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Trabajo de Luis Alberto Gómez (Argentina) en el diplomado El Camino del Chaman.
De un modo genérico podríamos definir que el Chamán, es un especialista religioso y vigilante del orden social, que experimenta múltiples transformaciones a través de su vida, principalmente el de curar, sostener la comunidad o el ayllus. Él es quien, como un verdadero intelectual, piensa en forma deliberada los procesos de cambios y el devenir de los tiempos.
El primer planteo que se realiza para constatar sobre la veracidad del Chamanismo es el posible vínculo entre las cuevas prehistóricas, y la importancia de la caverna en la iniciación del hombre–“médico”. Parece ser que fue muy significativo el papel que desempeñó la caverna en las religiones paleolíticas» los hallazgos artísticos encontrados en estos aleros dejan ver emerger la «interpretación chamánica» a través de sus símbolos, signos y descripciones puntuales sobre el rol ritual de las iniciaciones de las diferentes etapas del hombre como así del espacio cósmico. Hay una idea central de esta perspectiva de la creencia hacia el “contacto directo” con la “sobre-naturaleza”, alcanzados por los llamados estados de “conciencia alterada” “alterna” o “modificada”, también conocido como “trance” Dichos estados, aparentemente ajenos a las condiciones en que se desenvuelve el resto de la población. Los encargados o elegidos para traspasar ese umbral de lo aparente se ayudan por diferentes medios que incluyen, además del uso de drogas psicoactivas, la fatiga, la privación sensorial, la concentración intensa, la migraña, la esquizofrenia, la hiperventilación y el movimiento rítmico repetitivo» etc.
En una serie de trabajos sobre escultura meso–americana —especialmente sobre los olmecas y el occidente de México—, Peter Furst [1965; 1967] buscaba identificar una serie de rasgos culturales de tipo chamánico e identificación entre nahuales y chamanes, donde la transformación hombre–jaguar es la que, a su parecer, sería una prueba irrefutable de la práctica del chamanismo. la creencia en un universo unido por un axis mundi representado por un árbol o montaña sagrada, la creencia en que todos los objetos y seres del mundo están dotados de un alma, la importancia de las plantas alucinógenas y el énfasis en la transformación, en particular, humano–animal [Furst, 1976, en Klein et al, 2002:388].
Entre las sociedades indígenas las plantas son seres animados que interactúan con el hombre. Los árboles representan la imagen del cosmos y del territorio, también son gentes o seres y tienen diferentes tipos de sangre. Todas las plantas poseen diversos grados y clases de “energía” que les otorgan su poder de curación y transformación. Los hombres asumen una identidad vegetal en cuanto se definen como Hombres de Maíz, Hombres-Yuca, Hombres-Coca u Hombres-Tabaco, en estos tiempos por medio de la transmisión oral (en la mayoría de los casos) se las denomina plantas de poder, sagradas o abuelas portadoras de memorias ancestrales que acompañaron y seguirán acompañando a todos los seres en este camino trascendental.
Nuevas descripciones se suman para intentar comprender este universo donde transitó el Chaman. Todos sabemos que su rol no está vinculado a un sitio alternativo de la medicina, la actividad central, que es amplia y compleja nos remite directamente al vínculo con los grupos jerárquicos. El uso de ornamentos de oro, plata, cobre, piedras preciosas, son partes de la asociación al sol, la luna, la mujer, la fertilidad, la cosecha, etc. Son elementos con relación directa a las deidades del todo. El cosmos como una totalidad viva compuesta por una superposición de niveles en los cuales transcurre la existencia del hombre y demás criaturas -animales, ríos, montañas.
Nos cuenta la historia que el entrenamiento de los sacerdotes y chamanes era un proceso largo que duraba hasta diez años, durante los cuales permanecían encerrados en templos o cuevas, sometidos a dietas especiales y sin ver la luz del sol, mientras recibían las enseñanzas de sus maestros. El consumo de la coca estaba restringido a los grupos con poder político y religioso. Algunos sacerdotes recibían para su uso un poporo y una mochila con hojas de coca sólo después de un largo entrenamiento. Los sacerdotes y chamanes se transforman en águilas, jaguares, murciélagos, serpientes y otros seres, de los que portan elementos y símbolos. Mediante el consumo de ciertas plantas y sustancias sicotrópicas, y las prácticas de meditación y ayunos, «vuelan» transformados hacia otras dimensiones del cosmos.
En la orfebrería prehispánica existe un grupo importante de figuras de aves, que en ocasiones se las observa altamente esquematizadas, simbolizaban el vuelo extático del chamán. Las aves son la imagen chamánica por excelencia debido a su capacidad de vuelo y de moverse entre los distintos medios, y a su vistoso plumaje, su canto, aguda visión y astucia. También se observa el hombre Jaguar. Cuando el chamán se coloca la máscara de jaguar, se cubre con su piel y se adorna con un collar elaborado de sus colmillos, se transforma en este felino. A través del poder de los alucinógenos adquiere los poderes de este animal como su resistencia, agresividad y visión nocturna. El chamán se mutaba en murciélago mediante el uso de una visera con prolongaciones que semejaban, narigueras tubulares que levantaban la nariz para representar la hoja nasal, y un adorno sublabial que simulaba las protuberancias carnosas debajo del labio inferior del animal. El personaje adquiría la identidad de murciélago y la facultad de obrar y sentir como un verdadero vampiro: un ser que controla la noche, vive en cavernas, succiona la sangre y observa el mundo al revés. El brillo del oro es manifestación de un poder espiritual y creativo en el mundo. Los sacerdotes exponen los adornos de oro a los rayos del sol para cargarlos de fuerza y poder fertilizador. Enumeramos los mensajes de las pinturas, las pinturas corporales, las transformaciones del rostro, las pieles de los animales que ayudan a pensar el tiempo, el mundo música, la inmortalidad, la guerra, los sacrificios, la danza de los espíritus, el hombre canasto, el mundo de los muertos, la coca “Palabra”. La coca como la Pachamama es la energía femenina que nos da vida en una interrelación comprometida y amable, sino todo se vuelve caótico y desenfrenado. Comprendido dentro de lo expuesto por Jannet Patzi [Camino del Chaman]Esc. Alteridad. El Tolteca Carlos Castillejos, también participante de la diplomatura [Caminos del Chamán]Habla sobre la vinculación iniciática del hombre con la piedra, la cueva y el obligo que ampara los saberes ancestrales; nos amplía los alcances Chamanicos como de los Nahuales advirtiendo que el Arte de Ensoñar es también una herramienta ordenadora de sitios energéticos e adivinatorios, anticipatorios como lo oráculos. El mundo Chamanico tiene en sí mismo tantos caminos como personas que lo atraviesan, definir el trabajo Chamanico, es tratar de encasillar modos que el hombre a través de su experiencia ha modificado el mundo aparente. Un mundo, dentro de una lógica que escapa en muchos casos de la mirada presente y material.
Referencias en el tiempo
En muchos casos el hombre de los últimos siglos, ha cuestionado estas prácticas, de curación y estados de transe o adivinatorios. La mirada del foráneo y sobre todo la europea necesitó justificar lo que observaba y lo que no entendía fue catalogándolo como satánico, brujería, curanderismo, gualichos, posesos, etc. La persecución a través del tiempo fue logrando que la población descreyera de sus propios procesos y de sus propias experiencias. Para ello fue incorporando nuevas medicinas que venían de civilizaciones más desarrolladas, en apariencia, con ellas también nuevas enfermedades. El Chamanismo fue perseguido y en algunos casos con la muerte, por lo tanto se mantuvo dentro de un sitio más marginal y reprimido; por estos hechos se fueron perdiendo danzas propias, retiros, y prácticas íntimas. La muerte del Chaman es la desaparición del guía espiritual, del que marca el camino de lo trascendente. El foráneo descree, de las plantas, de la montaña, de los animales, del viento, del sol, en todo caso cree que son cosas, desvinculadas del ser hombre o mujer.
Muchos son los casos que por descreimiento piensan que todo se trata de una técnica y cualquiera puede recurrir a estos modos de “Conciencia alterada” (como se define) como un medio más de alcanzar estados de felicidad y placer momentáneo, un medio más de consumo como los que ofrece el mercado.