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atawallpa oviedo freire, filósofo-médico andino (watakuk), coordinador de la escuela wirakocha, autor de 12 libros, conferencista-tallerista mundial.

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Varios cronistas recogieron relatos de los pobladores andinos que hablaban de un personaje particular que se llamaba Tunupa. Dicen que él tenía también otros nombres, como Tawapaka y Tuapaka.  El maestro Tunupa difundía el conocimiento de la tawapaka o de lo que ahora podríamos llamar la cruz andina, y por eso le debieron llamar así a Tunupa: el Tawapaka.

En la cruz de tawapaka está sintetizada toda la sabiduría andina, que es el conocimiento de cómo funciona la vida, es decir, en esta cruz estaba simbolizada los principios y leyes de la existencia. Esta cruz de cuatro lados iguales, representa a la dualidad complementaria, principio fundamental del mundo andino y de todas las grandes culturas de la humanidad. Tawa literalmente es cuatro, en referencia a los 4 elementos y a toda la tetralidad de la vida o existencia. Paka es el lado complementario, el paraje oculto, la parte invisible.

Dicho de otra forma, Tawa hace referencia al mundo visible que representa el sol, el día, lo masculino-padre, lo conocido, lo sabido. Y Paka representa a la luna-tierra, la noche, lo femenino-madre, lo mágico, el misterio. La cruz andina, hoy es más conocida como chakana, pero su nombre exacto es TawaPaka, y así debería ser nombrada para hablar con más exactitud.

Alrededor del lago Titikaka o Virakocha (su nombre sagrado) existen una serie de monolitos que representan esta dualidad complementaria. Algunos tienen la forma de un obelisco y son de más de 2 metros. La una cara del obelisco representa el Tawa, en donde se ve una figura humana completa con la mano derecha sobre el centro de energía del corazón (referencia masculina) y la mano izquierda sobre el centro de poder del ombligo (referencia femenina). Y en la parte posterior del obelisco se observa lo inverso, es decir, la figura humana con la mano izquierda o femenina sobre el corazón y la mano derecha o masculina en el ombligo.

Además, existen una serie de mitos o simbolismos que fueron recogidos por los cronistas, como otras leyendas que han ido pasando en forma verbal de generación en generación, todos ellos alrededor del lago Virakocha (Vira: Sagrada, Kocha: Fuente). Relatos que hablan de muchos parajes o situaciones que vivió Tunupa durante su estancia en el lago Virakocha. Por ejemplo, que tuvo resistencia de algunos pobladores del lago a sus enseñanzas, los que incluso intentaron matarle.

Tunupa pregonaba de que dejaran de hacer sacrificios de animales y humanos, de que no se contacten con entidades o apus de baja frecuencia. Por ello, le intentaron matar ahogándolo en el lago, junto a la cruz de tawapaka que llevaba siempre junto con su báculo. Pero no lo lograron, los apus de alta frecuencia lo salvaron. Lamentablemente esta práctica parece que no se extinguió completamente, hemos escuchado a muchas personas en La Paz, que dicen que hasta el día de hoy algunos hacen sacrificios humanos, especialmente cuando construyen edificios o cuando encuentran una mina y le entregan la energía del muerto a estos apus o seres inorgánicos de baja conciencia, para que les ayuden a sacar los metales y no hayan derrumbes.

Entre sus enseñanzas, Tunupa ilustraba sobre la paridad (Tawa y Paka) en el cuerpo humano y en el cuerpo cósmico, es decir, en el ser de toda la existencia. Dentro de ello, enseñaba una mocha (lengua nativa) o forma de reverencia o de presentación que hacía una persona a otra, además, de otros significados iniciáticos y ontológicos. Esto es, si esa persona pertenecía al lado Tawa (mano derecha sobre el corazón) o el lado Paka (mano izquierda sobre el corazón). Es decir, le hacía saber al otro a cuál pertenecía, con el propósito de intercambiar desde esa forma y para buscar el equilibrio entre opuestos.

Los pueblos andinos son pueblos guerreros y entienden que el propósito de la vida es buscar el equilibrio en todo. Muy diferente a los occidentales que buscan la dominación del otro, la superposición de su verdad, a través de acabar con lo opuesto. Lo cual es imposible, pues la vida no funciona así. Es más fácil complementarse entre diferentes y no pretender anular o eliminar al contrario. O como decía Jung, no se trata de eliminar la sombra sino de aliarse con ella. La dialéctica dualista eurocéntrica nos ha conducido a la crisis ambiental actual y al caos social en toda la humanidad.

Tunupa enseñó, que siempre debía manejarse o diseñarse cualquier actividad o forma de vida en esa relación de complementariedad, para encontrar la armonía como principio vital. Esto es, que deben haber personas-comunidades-pueblos de tipo Tawa, como también personas-comunidades-pueblos de tipo Paka; para mantener siempre una relación o vinculación en la diferencia, en la reciprocidad, en la correspondencia; con el propósito de evitar la pobreza, el sufrimiento, la supremacía, la disfuncionalidad. Por ello, los Inkas continuaron con este conocimiento e hicieron los poblados en esa misma característica, por ejemplo, el Urin Cusco y el Janan Cusco. O dividieron el territorio en 4 partes complementarias, que eso significa Tawantinsuyu.

Siguiendo esta filosofía, cada persona-comunidad-nación debe armonizar su Tawa y su Paka para lograr una armonía integral, y con ello alcanzar el quinto estado de conciencia, o para poder saltar a las siguientes dimensiones o estados del espíritu. Y esto es también el pachakuti o gran vuelco que estamos viviendo actualmente, en tanto se está dando un cambio de conciencia en toda la humanidad para generar un mundo nuevo. Los Caminantes del Arcoíris que representan los actuales pueblos de América, son los que hoy tienen en su gen y en su cultura a todos los pueblos del mundo.

Toda esta filosofía tetrádica se fundó y se enseñaba en Tawanaku, que se podría traducir como espacio de la Tetrasofía. Algunos le llaman a este sitio Tiawanaku o Tiwanaku, pero son deformaciones del original para adaptarlos a otros idiomas. Posiblemente Tunupa fundó Tawanaku, en todo caso fue uno de los maestros más importantes de este monasterio. En recuerdo de él, hay actualmente su estatua (el mal llamado “el barbado”) con las manos en la posición Tawa, en el templete subterráneo de Tawanaku.

Hay otros obeliscos cerca del templete de Tawanaku, en donde hay otros monolitos muy similares, pero con los dos lados: el tawa y el paka. Hay también otro monolito obelisco en Santiago de Guata, conocido como el caminante, pues el monolito aparecía de un lugar a otro. Le ponían en un sitio y luego surgía en otro, hasta que la estulticia de un alcalde hizo que le cortaran al monolito a la altura de las rodillas y le pusieran cemento en la base. Hay también otras estatuas pequeñas, con el solo un lado, en Jesús de Machaca, en Saiwani (Prov. Muñecas), etc. También hay otros en Perú, en Yunuguyo (Puno) y en el museo de Pucara.

Es decir, hay figurillas con el un lado (Tawa) o con el otro (Paka), y hay obeliscos con las dos partes: el Tawa en el frente y en la parte posterior el Paka. Y en muchos de estos, acompañan las figuras de los animales de poder andino: cóndor-águila, colibrí, jaguar, serpiente, rana. Especialmente destaca la figura de la serpiente con cabeza de jaguar. Tal como en los báculos del dios andino Virakocha o Wirakocha. Tunupa siempre andaba con un báculo o bastón y como alcanzó el séptimo estado de la conciencia, también le decían Tunupa Wirakocha.

Luego de enseñar alrededor del lago, especialmente en lo que hoy es la parte boliviana, salió hacia el noroeste, siguiendo lo que hoy llamamos la ruta Wirakocha. Posteriormente, Manko Kapak y Mama Okllo siguieron el mismo camino para fundar el Cusco y el Tawantinsuyu, el camino también hoy conocido como el Kapak Ñan. De esta manera, en distintos lugares por donde transitó el Maestro Tunupa, se encuentran sus huellas y referentes.

El Titikaka o lago Virakocha es la Fuente Sagrada del primer centro de energía o chacra matriz o de base de la pachamama andina. Los maestros de las islas del sol y las maestras de la isla de la luna les dieron la orden a Manko Kapak y Mama Okllo, de encontrar el ombligo o segundo centro de energía, y ahí fundar un poblado al que le llamen ombligo o qosqo en idioma quechua. Es la actual ciudad de Cusco (Ombligo). Luego otros Incas encontraron el tercer centro que es Kaxamarka (Cajamarca). Finalmente encontraron el cuarto centro que es Kitu (Quito), y ya no pudieron continuar con los siguientes, pues ya llegaron los invasores monárquicos y cortaron el proceso. Ahora se sabe que el quinto es Bacatá (Bogotá), el sexto es Karaka (Caracas), y el séptimo está en las Antillas del Caribe.

Todos estos monolitos y figurillas comprueban la presencia poderosa y profunda del Maestro Tunupa por el centro andino. Pero también de Mama Wako (Huaco), que fue una gran maestra, como Tunupa. Lamentablemente no ha sido tomada muy en cuenta por los cronistas ni revalorizada posteriormente por los pueblos andinos poscolombinos. Y ahora es fundamental también potenciarla junto a Tunupa, como la pareja espiritual de los maestros andinos. Tunupa es el lado Tawa y Mama Wako es el Paka.

El cronista Pedro Cieza de León dice que Mama Wako fue la primera que aprendió a conversar con los apus o espírtus de la naturaleza, y enseñaba a los aprendices a cómo hacerlo, es decir, era la que iniciaba en el camino oculto o invisible. Por su parte Martín de Murúa, cuenta que en la Isla de la luna o koati (sagrada) las iniciadas mujeres vivían de solo respirar el aroma de las frutas que había en el jardín. Es decir, vivían de la energía de las plantas. Y seguramente también asimilaban la energía de las flores, de la luna, de la tierra, etc. En otras culturas también se han encontrado personas que solo viven de la energía. Es decir, han llegado a un alto nivel de conciencia.

La Gran Maestra era Mama Wako. La palabra Mama no hace solo referencia a madre en sentido físico, sino a un título que se le otorgaba a ciertas mujeres y grupos (mamakonas). Es decir, las Mamas eran las maestras del mundo de la noche, de lo velado, de la magia (Paka). Y viceversa era en la isla del sol, con todo su conocimiento de la Tawa, en donde se formaban los hombres en la maestría solar. Las mamakonas eran las responsables de los templos del sol, con ello generando la dualidad complementaria.

Manko Kapak se formó en la isla del sol y Mama Okllo en la isla de la luna, luego cuando se unieron como pareja, salieron con la misión sagrada de construir el Tawatinsuyo, siguiendo las directrices que enseñaban los maestros en Tawanaku, representados en el Tawapaka. Entonces, La representación de todo el conocimiento y sabiduría andina es el TawaPaka, y podríamos hablar de la Filosofía Tawapaka como la matriz o fuente del “pensasiento” andino.

Por Alteridad

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