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Atawallpa Oviedo Freire. Filósofo Andino (Watakuk). Autor de 12 libros. Director de la Escuela Alteridad de Altos Estudios. Coordinador de la Escuela Wirakocha.
El Kapak Ñan no es solamente un camino físico o una red de comunicación vial, es un camino de conocimiento, de conciencia, de equilibrio, de vida. El Kapak Ñan es el camino de la sabiduría de los pueblos andinos, en su forma de concebir la vida y en su manera de vivirla. Es el sentido andino de asumir la existencia en concordancia, reciprocidad y complementariedad con todo. Es el sendero de formación para aprender a vivir en simbiosis y armonía con los principios y leyes de la madre tierra y el cosmos. En una sola frase: camino sagrado.
Kapak integra a la racionalidad y filosofía andina como parte de la ontología y epistemología del Tawantinsuyu o traducido al castellano, de la gran nación que “Une las cuatro partes, elementos, estaciones, direcciones, poderes, energías, conciencias primordiales”.
Kapak se puede leer de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, con ello expresando que la vida, el conocimiento, la conciencia, el espíritu, es de ida y vuelta, de adentro y afuera, de arriba y abajo, de adelante y atrás, de derecha e izquierda.
Los cronistas españoles hablan de camino real o principal. Hay que señalar tajantemente y sin dubitación, que aquí no hubo ningún rey ni realeza ni imperio ni propiedad privada ni esclavismo ni nada monárquico. Esa es la comprensión del lector monoteísta que interpreta otra realidad desde sus creencias y vivencias. Repetir desde estas características, es un acto colonial y recolonizador.
En castellano no existe una palabra para traducir Kapak, palabra ésta que viene del pukina, actualmente casi desparecido. Las palabras que más se acercan, es: espléndido, magnificente, profundo, grande, potente, majestuoso, mayor, primordial, fundamental, poderoso, vital, trascendental. Dicho de otra forma, Kapak es todo lo anotado anteriormente. Pero podríamos quedarnos con Camino Vital.
Los abuelos y abuelas cuentan, tal como lo recogieron algunos cronistas, que Kapak es un título o un grado o un estado de maestría. Los primeros Kapak surgen en el lago Titicaca, en donde habían unos santuarios como dice el cronista Martín de Murúa, los mismos que hasta ahora se los puede ver. Otros también utilizan la palabra “monasterio”, pues quienes habitaban ahí vivían internados, recibiendo formación y entrenamiento en distintos conocimientos, los varones en la isla del sol (yachak wasi) y las mujeres en la isla de la luna (aklla wasi).
Dicho de otra forma y en palabras actuales, eran centros de altos estudios o universidades en donde se preparaban y adiestraban en varias sapiencias. Murúa habla de que había estos monasterios o escuelas en distintos lugares del Tawantinsuyo, en donde se formaban los jóvenes aprendices en 4 años de preparación.
Las leyendas hablan de que el maestro Wirakocha surgió en el lago Titicaca (Juan de Betanzos). Posiblemente, él fundó o se formó en Tiawanaku, que era otro monasterio para iniciar a los caminantes en altos saberes mistéricos, esotéricos y exotéricos. Por algo, existe hasta el día de hoy la figura de Wirakocha en la Puerta del Sol. El destacado linguista Cerrón Palomino dice que Tiawanaku «provendría de *thiya wana-quwa «la divinidad flamante del confín», tomando como referente al cronista Jerónimo de Oré, quién hace referencia a la partícula koa como santuario, divinidad.
En el templete subterráneo de Tiawanaku está un monolito denominado barbudo, pues se ve a un hombre con barbas y un claro fenotipo blanco. Según las crónicas recogidas, Wirakocha era un hombre blanco y barbudo. Acaso este monolito es de Wirakocha, del maestro o del fundador del santuario o monasterio de Tiawanaku? En el capítulo 21 del libro VI de la Historia general del Perú, titulado «Del nombre Viracocha y por qué se lo dieron a españoles», escribe Garcilaso (1617, VI.21, p. 255): Y porque el príncipe dijo que tenía barbas en la cara, a diferencia de los indios que generalmente son lampiños, y que traía el vestido hasta los pies, diferente hábito del que los indios traen, que no les llega más de hasta la rodilla, de aquí nació que llamaron Viracocha a los primeros españoles que entraron en el Perú, porque les vieron barbas y todo el cuerpo vestido.
O, acaso este barbudo es Tunupa del que también hablan los cronistas. Algunos dicen que Wirakocha y Tunupa son los mismos, otros que Tunupa es el hijo o el discípulo de Wirakocha. Tunupa también es descrito como un hombre blanco, que iba con bastones y que vestía un gran camisón blanco. No creemos que habían 2 hombres blancos. Nosotros pensamos que el personaje humano es Tunupa y que Wirakocha es el estado de conciencia total. Es decir, Tunupa llegó al séptimo estado de la conciencia según la tradición andina y alcanzó el estado de totalidad o integralidad deviniendo Wirakocha, por eso otros le dicen Tunupa Wirakocha. En el gráfico a continuación se puede ver las coronas que representan los 7 estados de la conciencia que tiene Wirakocha o en otras palabras: de la vida en su conjunto, que eso significa el nombre completo de Wirakocha.
En todo caso, esta leyenda o historia confirma una vez más que el llamado hombre blanco ya había llegado a América hace mucho tiempo atrás que Cristóbal Colón. Hoy existen innumerables pruebas de la presencia de los «indios blancos», que se habían incorporado a los pueblos primeros. Algunos cronistas hablan de haberse encontrados con estos «indios blancos» en varios lugares del continente.
Aristóteles, en el libro De admirandis in natura, dice que en los tiempos antiguos los cartagineses navegaron por el estrecho de Hércules, que es nuestro estrecho de Gibraltar, hacia el Occidente, navegación de sesenta días, y que hallaban tierras amenas, deleitosas y muy fértiles. Y como se siguiese mucho aquella navegación, y allá se quedasen muchos hechos moradores, el senado cartaginense mandó, so pena de muerte, que ninguno navegase ni viniese la tal navegación, por temor que no se despoblase su ciudad. Estas tierras o islas pudieron ser las que están antes de San Juan, o la Española, o Cuba, o por ventura alguna parte de esta Nueva España (Benavente, 1914, epístola proemial XI).
Tunupa Wirakocha luego de alcanzar la maestría mayor, salió en peregrinaje de difusión o de divulgación siguiendo la dirección desde Tiawanaku en el sureste hacia el noroeste, es decir, marcando el Kapak Ñan o camino magnificente de la vida. Y luego de llegar al norte del actual Perú cambió de dirección hacia Portoviejo en el actual Ecuador, hasta llegar al mar y siguió caminando por las aguas hasta desaparecer. Indicándoles a los monjes o iniciados que le acompañaban que algún día volvería. (Pedro Sarmiento de Gamboa). A esto se conoce como el Retorno de Wirakocha.
Apu Illa Kontixi Wirakocha Pachayachachic, que es su nombre completo, alcanzó la maestría de la conciencia plena, entendiendo que la vida es sagrada y que cada uno de sus miembros o componentes son la parte y el todo de la Gran Consciencia Luminosa ( Apu Illa Kontixi), que está hecha de Agua de Fuego (Wirakocha) y de Viento de Tierra (Pachayachachik). El historiador indígena de la época Titu Cusi Yupanqui, en el libro Instrucción del Inga don Diego de Castro Titu Cusi Yupangui, 1570, dice que Wira es grasa, que representa todo lo que vive, y que Qucha es fuente y laguna. Dicho de otra forma sería el nombre completo: «Gran Conciencia, resplandor eterno, fuente de vida, conocimiento y hacedor del mundo«.
Este maestro o pachayachachik alcanzó el nivel o quizás superó a otros grandes maestros de la humanidad como Jesús, Buda, Confucio, etc. Pues, en la manera como él se autodefine, no concibe al hombre como la máxima expresión de la vida. No tiene una visión antropocéntrica, sino que se asume como otro ser de la vida constituido de fuego, agua, tierra y aire. Dicho de otra forma, que él es dios, como todo cuanto existe en la vida. Un mundo poblado de dioses y diosas. Todo es dios, en diferentes formas y colores. Él es dios y todos lo somos.
Tiawanaku existió en el altiplano entre los años 1.500 antes de Cristo y 1.200 de nuestra era, y es considerada precursora del Imperio Inca. Pues los Incas aparecen justamente en el año 1200. Es decir, que tomando como referente al monasterio de Tiawanaku y al maestro Wirakocha, surgirá una Orden o Dinastía que seguirá esas enseñanzas y que fundará otra escuela al interior del lago Titicaca. Esta Orden se bautizará como Inca. Por tanto, los Incas no fueron un pueblo o una nación, sino un linaje o grupo de familias, 12 en total, que se constituyeron como un órgano o cuerpo de iniciados en altas ciencias.
El Inka más conocido es Ayar Manko, de entre los 4 hermanos Ayar. El Inca Garcilazo de la Vega anota que él junto a su compañera Ocllo, recibieron la misión de iniciar la construcción de una gran nación dirigida por los Incas. Salieron ellos encabezando la comitiva desde el lago Titikaka, considerado como centro matriz y fuente de la vida, con el propósito de encontrar el qosqo o el ombligo de la pachamama andina.
Les dieron una vara de oro, el metal más energético para que encuentren ese lugar, es decir, para que apliquen radiestesia y ubiquen ese centro energético de la madre tierra y ahí construyan un templo al sol y lo cerquen todo de oro. Ese lugar es el Coricancha, que quiere decir cancha de oro. Al lograr esto, Ayar Manko es reconocido o dado el título de Kapak, y desde ahí le comienzan a decir Manko Kapak, y a su compañera Mama Ocllo pues Mama es otro grado distintivo especial, que no se lo daba cualquiera.
Luego de construido el Koricancha, empiezan la expansión hacia todos los alrededores de las comunidades y pueblos que existían desde este centro o poblado, al que lo llamaron Ombligo o Qosqo en quechua (Cusco actualmente).
Los Inkas manejaban varias ciencias y sorprendieron a los lugareños, procediendo rápida y fácilmente a integrarlos al Cusco. Sus altos conocimientos de ingeniería, metalurgia, astronomía, medicina, etc, y que se expresaban en sus finas construcciones, las que perduran y admiran a la ciencia hasta el día de hoy, impresionó y cautivó a todos los pobladores que convirtieron al Koricancha y al Cusco en el centro de su vida.
Los posteriores Inkas siguieron ampliándose y adhiriendo más comunidades y pueblos a la nación Inka que se iba formando, siguiendo las guías y enseñanzas del Kapak Ñan. Continuaron fundando otros pueblos, entre ellos Caxamarca que seguía la dirección a 21 grados del eje norte-sur de la madre tierra, y que es el mismo eje de inclinación de la tierra, demostrando sus altos conocimientos en astronomía, geometría, geoterritorialidad. Y en el otro sentido o hacia el sur, ubicaron a Potosí y Oruro. Luego a partir de este eje inclinado se fueron ubicando o fundando otros centros, hasta constituir una cruz cuadrada o chakana en todo el territorio andino, como símbolo que ordena todo el pensamiento Kapak de los Inkas.
Así siguieron expandiéndose hasta llegar al norte en el actual Pasto en Colombia y hacia el sur hasta más allá de Santiago en Chile y de Tucumán en Argentina, pues, a ese momento llegaron en 1532 los invasores monárquicos e interrumpieron esa expansión. En apenas 300 años lograron rápidamente constituir una inmensa nación pluricultural de más de 3 millones de km2, con una población de unos 40 millones de habitantes.
En la historia oficial monárquica se dice que se expandieron por la fuerza y mediante la guerra, siguiendo la lógica de lo que hicieron los romanos en Europa. La guerra para los primeros Incas, esto es, desde Manko Kapak hasta Wirakcoha Inka fue casi inexistente. Solo desde el Inka Pachacutec fue incorporada la guerra, con las batallas que se produjeron o se sucedieron desde ahí.
La principal arma de los primeros Inkas fue el manejo de varias ciencias, por lo que muchos pueblos querían incorporarse al Tawantinsuyo. Aunque también hubo otros que no querían y como en todo conflicto se producían altercados, algunas de las cuales alcanzaban dimensiones de disputa, más no de guerra.
En la primera etapa de los 8 Incas, la pelea no fue lo habitual sino algo esporádico. Si lo hubiera sido, habrían inventado armas sofisticadas en relación a sus altos conocimientos en diferentes ciencias. Manejando la metalurgia, habrían inventado armas contundentes hechas de oro, plata, cobre, estaño, bronce, etc., como sí lo hicieron y tenían los monárquicos europeos. Solo manejaban ondas, arcos y flechas, signo de que era algo secundario.
Los Inkas hacían construcciones de alta arquitectura e ingeniería, operaciones craneales, calendarios sofisticados, el camino a 21 grados del eje de la tierra (el Kapak Ñan), que si hubieran sido guerreristas y conquistadores habrían inventado armas sofisticadas, al nivel de las otras ramas de conocimiento.
En la historia mundial antigua no hay un caso de expansión tan rápido y grande, que los especuladores de la historia solo pueden explicarla mediante la guerra. Su desconocimiento de las ciencias y sabidurías Inkas, les lleva a conjeturar simplonamente que fue la guerra. Que es la misma explicación de los cronistas monárquicos, que no podían entender la expansión del Kapak Ñan tan particular que hicieron los Inkas.
Por lo tanto, una cosa es conquista y otra expansión. La conquista es la destrucción de las culturas existentes y la expansión es la incorporación de las otras culturas a la matriz o centro. Los Inkas, como anotan varios cronistas, respetaban las creencias, las deidades, y todo el sistema propio de cosmovisiones; y a la par procedían a introducir su sistema de creencias y de conocimientos.
Los últimos 5 Inkas sí se volvieron guerreristas, pero sin que alcancen el nivel de guerrerismo de lo que fueron los romanos en Europa, Asia y el África. La sabiduría Kapak no lo permitía, sin embargo, se generaron algunas deformaciones o desviaciones en los últimos Inkas. No se puede decir que todos los Inkas fueron iguales en todo su proceso y con ello hablar de conquista o de imperio. Tan solo los últimos 5 Inkas fueron más belicosos y ambiciosos. Sin que esto sea lo fundamental o principal.
El Kapak Ñan o Camino Sagrado de la Vida, como orientador y guía siempre se mantuvo en todos los Inkas, a pesar de ciertas malformaciones que hubieron, pues ningún proceso es perfecto y puede tener contratiempos y contrapesos.
Sin embargo, lo que actualmente importa es que hay un camino de conocimiento establecido, que es el sumun y la continuación de miles de años de la sabiduría producida por los Andes. La que hoy nos sirve a los andinos contemporáneos y es un referente para todos los pueblos del mundo para seguir tejiendo la vida, ahora en tiempos de caos social y crisis ambiental mundial. Las ontologías y epistemologías kapak, nos dan fundamentos y lineamientos para enrumbar la vida amputada por el eurocentrismo.
Hoy podemos seguir trenzando los caminos milenarios, y expandir la sabiduría andina sistematizada por los Inkas a nuevos niveles y adaptándolos a la situación actual. Podemos seguir refloreciendo el Tawantinsuyu o Comunidad Andina de Naciones Pluriculturales.
No olvidemos que la gran nación construida por los Inkas, ha pasado a la historia mundial entre las grandes naciones de la humanidad, como fueron las mesopotámicas, las chinas, las egipcias, las hindúes, las mayas y aztecas.
Alguien podría decir que falta nombrar a los griegos. Preguntamos: cuál fue el invento o aporte de los griegos. Dirán: la filosofía. Platón dice en Timeo y Critias que la filosofía viene de los egipcios. Tales de Mileto dice que se formó en Babilonia (Mesopotamia). Otro podría decir: la democracia. Ni Platón creía en la democracia, la despreciaba. Ahora ya vemos las grandes falencias de la democracia.
En todo caso, los griegos no hicieron ningún aporte inicial en las ciencias exactas, pues todo ya lo habían descubierto los asiáticos y africanos nombrados anteriormente, desde la matemática hasta la metalurgia pasando por la escritura. Por ello, los mismos europeos dicen que la cuna de la civilización occidental es Mesopotamia, particularmente desde los sumerios.
Nuestros abuelos Inkas, como los Mayas y los Aztecas ya habían hecho importantes aportes a la ciencia antes de que llegaran los invasores monárquicos. Los mayas, los babilonios y los hindúes comparten el honor de ser los que descubrieron el cero, que dio un cambio fundamental a las matemáticas. Los Mayas elaboraron el calendario más perfecto y que es igual al de las modernas computadoras. Los Andinos descubrieron la metalurgia hace 2.500 años, procediendo a hacer aleaciones de diferente tipo. El trigo, la cebada, el arroz, el maíz y la papa, son los principales productos de consumo en el mundo. Los tres primeros se crearon en Asia, el trigo en Turquía, la cebada en Oriente Medio, el arroz en China. El maíz por los Mayas y la papa por los Incas. El sistema vial Inka (Kapak Ñan) de más de 8.000 km. no tiene parangón en la historia humana. Hasta hace 500 años era el más grande y espectacular de la historia antigua.
Cómo estaríamos ahora de no haberse producido la invasión monárquica, oscurantista y medieval. E igual los hermanos europeos, sí habrían logrado repeler la invasión romana y cristiana, o al helenocentrismo. Tarea que ellos también tienen ahora.
Europa hasta hace 500 años no jugaba ningún rol importante en ningún ámbito a nivel mundial. Fruto de la devastación de la Europa indígena por los romanos y de la imposición del cristianismo. Pasaron una época atroz de más de 2.000 años, especialmente en la edad media, la etapa más tenebrosa en la historia humana que duró 1.000 años. Período de mucha hambruna, delincuencia, enfermedades mortales, luego de guerras cruentas como las cruzadas y del fanatismo religioso más desastroso como fue la inquisición.
La edad media se habría extendido hasta la actualidad, sí es que no se hubiera producido la invasión de América, continente en el que encontraron muchas riquezas, especialmente metales, que es lo que más les interesaba, y que le permitió a Europa salir de su situación calamitosa, y producir el renacimiento que han vivido estos 500 años. Si América o Abya Yala no hubiera tenido inmensas riquezas, las monarquías europeas no hubieran tenido que llevarse y como consecuencia su situación habría permanecido y seguramente se habría profundizado y , y hoy la historia de Europa y del mundo sería otra.
Era tan productivo el sistema del Kapak Ñan, que los invasores monárquicos la mantuvieron por los altos réditos que producía. Caso contrario lo hubieran desmantelado, viendo que no era eficaz. Es más, algunos trataron de emularlo para Europa, como los socialistas utópicos que se inspiraron en el sistema Inka que contaban algunos cronistas (Pedro Cieza de Léon), y posteriormente Marx comenzó a hablar de comunismo primitivo y luego de comunismo científico. Pero en el fondo, no lo entendieron y lo tergiversaron.
Los socialistas y comunistas tomaron como referentes a Tomás Moro con su obra «Utopía» y a Tomasso de Campanella con su obra «La Ciudad del Sol», quienes anotan en sus libros que se inspiraron para escribir sus obras utópicas de mundos casi perfectos, en las narraciones que hacían varios exploradores sobre lo que encontraban en América, entre ellos el navegante italiano conocido como Américo Vespucio. En una carta dirigida a Pier Francesco de Medici, e impresa en París en 1503, dice: «no tienen ni ley ni fe ninguna y viven de acuerdo a la naturaleza. No conocen la inmortalidad del alma, no tienen entre ellos bienes propios porque todo es común».
Todos ellos hablan de un mundo «ideal», «casi perfecto». Además Tomás Moro se inspira en Platón y en sus obras «La república» y en «Los diálogos Timeo y Critias» que habla de la Atlántida, la que posiblemente fue América del Sur, y a su vez Campanella parte de Platón y de Moro.
Dicho de otra forma. El conquistador europeo al encontrar otro tipo de mundo en América se interpeló sobre su mundo, al que lo veía totalmente injusto en relación a lo que sucedía en América. Advirtiendo con ello de que sí era posible un mundo menos desigual, en el que la propiedad privada no sea la que mandé, como cuestionaba Tomás Moro como la responsable de ese mundo tan desigual como era Europa. Desde Tomás Moro hasta ahora los que quieren un cambio para Europa han tratado consciente o inconscientemente de reconstruir la América «ideal» en Europa. Irónicamente, los otros europeos y los criollos pro-monárquicos casi han logrado destruir la América, que admiraron algunos exploradores y escritores europeos como el sistema ideal para todo el planeta.
El sistema de ayllus y markas todavía sobrevive a cierto nivel, en todos los Andes. Solo falta un gobierno o un pueblo consciente que consolide y los reflote en los actuales países, especialmente en Bolivia, Ecuador y Perú. Eso debería hacer Bolivia, pero en 15 años apenas hay 4 comunidades autónomas, se ha avanzado muy lentamente.
Nos falta todavía gente que conozca la sabiduría del Kapak Ñan, camino de conocimiento. La mayoría solo sabe de marxismo leninismo, liberalismo, es decir, muchos han terminado colonizados por la izquierda y la derecha eurocéntrica.
Si profundizaríamos el camino de sabiduría Kapak, podríamos convertirnos nuevamente en una gran nación, en el que eliminemos la pobreza, como era antes de la invasión monárquica y en el que las desigualdades eran mínimas. Ningún cronista habla de miseria, de delincuencia, de enfermedades mortales, que son los síntomas de una sociedad en descomposición, como sí era el caso de Europa. Tanto es así, que las “enfermedades blancas”, (que –por cierto- empezaron en Mesopotamia donde surgió la monarquía), acabaron con el 80% de la población indígena.
El sentido de propiedad comunitaria jamás lo disolvieron los Inkas y siempre guardaron ese camino de relación entre los seres humanos y los no-humanos. Muy diferente al Asia y a Europa que ya lo habían eliminado y que funcionaban con la propiedad privada y fruto de ello surgió el esclavismo. El mismo que ha llegado a su etapa superior en el capitalismo y en particular con el neoliberalismo.
El Tawantinsuyu no fue perfecto, pero inmensamente mejor a lo que fue posteriormente. El Kapak Ñan o Camino Vital es la herramienta para hacer el pachakutik o revolución, que permita un giro estructural que haga posible la continuidad de la vida, un otro mundo y una nueva humanidad. Tal como lo planificaron y diseñaron nuestros sabios Kapak y otros, hace más de 500 años, en lo que ellos denominaron el retorno del Inkarri y el retorno de Wirakocha, para recrear otro estado del espíritu en otro estado de la conciencia cósmica.
Muchos no lo saben, pero Wirakocha ya ha regresado, está aquí, está trabajando para reverdecer el mundo andino. Su conciencia se ha despertado en algunos hombres y mujeres de todos los colores que hay actualmente en los Andes. Están abriendo la trocha espesa, luego de 500 años de oscurantismo para que regrese la luz en mitad de la noche.
Poco a poco están despertando los Kapak para guiar y orientar a su pueblo. Personalmente, les invitamos a prepararse en la Escuela Iniciática Wirakocha que hemos abierto en La Paz, para estar cerca del lago Titikaka y desde ahí formar a los Watakuk Kapak o Monjes andinos como lo hemos denominado en castellano.
El camino Kapak se ha reabierto y podemos volver a transitarlo consciente y ordenadamente por él. La invitación está abierta, les esperamos a los que ya han despertado de la pesadilla monárquica para construir una Gran Nación Pluricultural. Como la que crearon los Kapak Inkas y no un Estado Plurinacional como lo quieren los socialistas-comunistas-nacionalistas-populistas.
El Buen Vivir-Vivir Bien de los Kapak, (no el de aquellos que manipulan estos conceptos), son las guías, las herramientas, los horizontes, para hacer realidad nuestro mundo milenario.