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El esclavo perfecto en la cúspide del esclavismo
Atawallpa Oviedo Freire, poieta, escritor franco-ecuatoriano, filósofo andino (Wakakue), autor de 12 libros, 5 traducidos al francés. Director de la Escuela Alteridad.
«Cuando cambias la percepción de tus experiencias, también alteras la manera en que estas experiencias te afectan. Ya no eres la causa o el efecto de nada, y sientes un inmenso alivio porque el mundo es exactamente como debería ser y no te necesita a ti para que arregles las cosas.»
Alberto Villoldo, PhD.
“Las decisiones de mi vida las tomo yo y me siento orgullosa de hacerlo, siempre serán en función de mi felicidad, si cometo errores me llevo el aprendizaje, pero no cargaré con culpas, yo decido que deseo en mi vida, a quienes deseo tener en mi vida, y como vivir mi vida, soy responsable de mis decisiones, las asumo, me respeto lo suficiente como para no permitir que nadie decida por mí, todo lo que he logrado en mi vida ha sido a base de mi esfuerzo y de las decisiones que tomé, las acepto, mis aciertos y desaciertos me enseñaron, es por eso que se como deseo vivir mi vida a partir de ahora. Tengo la libertad de ser yo misma, me permito vivo sin ataduras, soy libre. Gracias amado Universo por permitirme tomar las riendas de mi vida. Gracias, gracias, gracias, te amo.”
Autor desconocido
Desde hace algún tiempo se vienen escuchando a denominados líderes espirituales, coachs, psicólogos, terapeutas, chamanes, curas, animadores de ceremonias; una serie de frases, como: “Todo es perfecto”. “Así tenía que ser”. “Es lo que debía ser”. “Estamos los que teníamos que estar”. “Por algo no sucedió”. “Todo depende de cada uno”. Etc.
Todos estos personajes, a quienes vamos a llamar genéricamente “motivadores”, imparten a sus seguidores o discípulos una serie de ideas o creencias, bajo el nombre de mensajes. Vistos, como algo verdadero, supremo o superior.
Con estos axiomas intentan que sus alumnos o pacientes encuentren sosiego por lo que no les resultó, aceptación por lo que pasó, esperanza de que en el futuro será como lo sueñan.
El propósito es que no se culpabilicen ni desmayen por no haber conseguido lo que deseaban. Y para que asientan o afirmen que así es la vida, que deben seguir trabajando, que tienen que desarrollarse más.
¿Desarrollarse, para qué, para quién? Es la gran pregunta, que vamos a intentar responder
Con esta lógica, nadie cuestiona al sistema social, a la sociedad, al mundo que existe; ya que todo es un problema personal, un asunto de cada uno, algo particular. Como consecuencia, hay una gran generación de amargados, frustrados, desencantados; porque no han conseguido todo eso que ambicionaban y que les ofrecía el “desarrollo espiritual” y el “crecimiento personal”, que pregonan los animadores.
Harry Truman presidente de EEUU en 1945 habló por primera vez de “países subdesarrollados”. Con ello, generándose también la idea de que habían personas desarrolladas e individuos subdesarrollados.
Desde lo económico, que fue la primera referencia sobre el desarrollo, saltó esta teoría a distintos ámbitos hasta llegar a la psicología, lo motivacional, lo espiritual, y todo aquello relacionado con las ciencias humanas. Propagándose por todo el mundo la etiqueta de desarrollo o crecimiento o transformación personal, como los pilares de un ser humano superior o mejor.
La teoría del crecimiento sentenciaba que los pueblos y las personas tenían que irse desarrollando cada vez más. Y eso implicaba asemejarse a los auto denominados “países desarrollados” y a las personas exitosas y millonarias, como los referentes de lo adelantado y superior.
Si ellos lo habían logrado, todos podían triunfar. Ese era el axioma final, y si no lo habían logrado, es porque no se habían esforzado lo suficiente o no habían entendido qué es el desarrollo.
Sin embargo, ningún país del “sur global”, que han seguido las recetas del primer mundo, han logrado salir del tal “subdesarrollo”. Y los supuestos países “desarrollados” han seguido creciendo más, esto es, económicamente, pero a costa de la miseria de los países del “tercer mundo”, llamados también así por el mundo hegemónico y homogenista.
Y principalmente, en afectación de la naturaleza, en el que el desarrollo ha sido el crecimiento y progreso del cambio climático, como la expresión o el resultado del desarrollo económico de un sector del planeta, el que consume exageradamente y que en pocos años ha destruido intensivamente, lo que a la vida le tomó millones de años en formarla.
Según los desarrollistas, todo lo que sucedía en un país era un problema interno. No era el problema de un orden internacional injusto, de una situación colonial impuesta, de un predominio supremacista establecido, sino, la incapacidad o la debilidad de su propia gente o de sus élites que no podían o no querían desarrollarse, crecer o progresar.
Y en el mismo sentido, si se trataba de los problemas de las personas o individuos en particular, era una cuestión propia. No tenía que ver la situación social, el medio en que se desenvolvía, las condiciones en que había nacido.
Los comerciales publicitarios de las grandes empresas también repiten lo mismo que dicen los motivadores: “Las cosas como son” (Sprite). “La vida es buena” (LG). “Nada es imposible” (Adidas). “Solo hazlo” (Nike). “No es lo que tengo, es lo que soy” (Viceroy). “Por qué yo lo valgo” (L’Oreal).
Incluso, desde las teorías religiosas, y reproducidas por las teorías del desarrollo espiritual, es una cuestión karmica, de pruebas enviadas por fuerzas superiores a cada persona o pueblo. O, algo que la misma persona había establecido al momento de llegar a este mundo, es decir, de haber escogido vivir una situación antes de encarnarse, para desde el sufrimiento volverse espiritual y sabio.
Teorías éstas, que vienen particularmente desde la India, en el cual sus élites manipulan y motivan a un pueblo hambriento y menesteroso, con el argumento de que están pagando un karma, de que así se están ganando el nirvana, de que el sacrificio es espiritualidad, de que la renunciación es sabiduría, de que el desapego a lo material es amor, etc.
Discurso parecido al de las iglesias católica, pentecostal y otras cristianas que manosean las creencias y la fe de las personas; especialmente en Estados Unidos, país considerado el más desarrollado del mundo. Ojo con esto.
Mientras todos siguen luchando por crecer, progresar y desarrollarse personalmente, las potencias y los millonarios se hacen cada vez más ricos. Entre ellos, los “motivadores” que sacan provecho económico y hasta sexual de muchas desorientadas, desilusionadas, desencantadas, que el capitalismo los produce a borbotones.
La teoría del desarrollo sigue la misma lógica linealista, progresista, evolucionista; según la cual, venimos de un pasado o de una etapa atrasada, salvaje, primitiva, bruta, irracional; y, avanzamos a un futuro adelantado, científico, refinado, inteligente superior.
Y el crecimiento espiritual y el desarrollo personal siguen esta misma lógica, de que venimos de una etapa inmadura, inconsciente, infantil, menor; y que el futuro es promisorio, siempre y cuando perseveren y se desarrollen cada vez más.
Y los motivadores publicistas del capitalismo reproducen el mismo esquema: “Soy lo que soy” (Reebok). “¿Hasta dónde quieres llegar? (Seur). “Está en ti. Está en Maybelline” (Maybelline). “Lo mejor o nada” (Mercedes-Benz). “¿Te gusta conducir?” (BMW).
Unos y otros conducen a concentrarse en el individuo como tal, como consecuencia ahondar cada vez más en lo particular, por ende, en el individualismo. Que es el resultado exitoso de la teoría del desarrollo capitalista. Y una de sus derivas, ha llegado al clímax en el neoliberalismo, como la etapa superior de este proceso de individuación, personalismo, ensimismamiento, aislamiento, quemeimportismo colectivo y global, en que nos encontramos actualmente.
Este individualismo se expresa en un acomodo al sistema social vigente, en aceptar este mundo, en creer que este sistema es la vida, que la vida es así.
Es lo que le interesa al capitalismo, de que todos asientan de que no es un problema sistémico o estructural, sino, que es una dificultad personal, una situación propia, o un conflicto privado.
Dicho de otra forma, la vida es concebida o definida como el sistema social establecido y que hay que aceptarla tal como es. La vida ha sido hecha así y hay que acatar el mundo que tenemos. Es decir, la vida es el neoliberalismo y el neoliberalismo es la vida.
Y el incauto aprendiz y consumidor lo ratifica, mientras la publicidad le bombardea: “Destapa la felicidad” (Coca-Cola). “Cualquier sitio en el que quieras estar” (Visa). “Hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás existe Mastercard” (Mastercard).
De esta manera, el peregrino del desarrollo personal se convence que todo lo que le sucede es porque así debía ser, porque es lo que estaba programado en su vida. No es el medio social el que le ha impuesto una forma de vida, sino, que es la vida en sí mismo, dios, Jesús, los maestros, los enviados, los que han intervenido para que de ahí pueda aprender, crecer, evolucionar.
No es el capitalismo el que ha provocado todo ello, sino que él mismo ha elegido su destino programado, para que encuentre al gran maestro que le enseñará el camino de la luz, el que solo lo conoce el líder espiritual o el maestro ascendido.
Dios es el sistema y todo lo que pasa a cada cual, es necesario para que pueda por su propio libre albedrío llegar a ser feliz. La felicidad depende solamente de cada uno, es decir, que es independiente del sistema-mundo que le envuelve. “Las cosas como son” (Sprite).
Y el caminante del crecimiento espiritual se complace, descansa su afligimiento de no poder ser todavía, disminuye su ansiedad de no lograr tener todavía, desciende su estrés de no estar en paz todavía; porque está desarrollándose poco a poco, avanzando pasito a pasito.
Pero esto, le dura un momento, pues nuevamente regresa el sentimiento de desesperanza, la emoción del sufrimiento, la sensación de estar peor. Sin embargo, se repite constantemente “todo es perfecto”, pero no logra convencerse de que realmente es así, y lo cierto, es que no logra calmar su ansiedad y depresión. Y de eso se trata, esa es la trampa, para que el incauto discípulo y consumidor, crea que tiene que estar siempre desarrollándose, progresando, creciendo.
Es decir, en vez de ser todo esto una ayuda se convierte en una desesperación mayor, en más frustración porque se cree incapaz de lograrlo, porque se siente inferior a los otros que supuestamente lo han conseguido. Y como se siente siempre inferior, es fácilmente manipulable y controlable por el supremacismo: qué debe comer, qué debe pensar, qué debe vivir.
Tal como sucede en el plano socio-económico, en el que el desarrollo que imponen los auto llamados países desarrollados, es más subdesarrollo para los pueblos periféricos. Pues, para desarrollarse más, es decir, crecer económicamente, tiene que subdesarrollar o decrecer a los otros, esto es, quitarles lo que tienen para ellos tener más. Es lo que también llaman la competencia, y en toda competencia unos ganan y otros pierden.
Es por todo esto, que ahora muchos sostienen que el desarrollo y el neoliberalismo han fracasado, porque no trajeron la prosperidad que prometían. Sino, que más bien acarrearon más pobreza material, y por su parte, en los países industrializados más pobreza espiritual o humana.
Empero, el discípulo consumidor sigue sin entender que es presa o esclavo de un modelo de vida, impuesto como el mejor o superior. Y el ingenuo esclavo sigue creyendo en el desarrollo, sin que pueda entender que se ha convertido en devoto de una serie de dogmas, para que siga sirviendo, comprando, consumiendo, trabajando para el sistema y sus élites.
No se da cuenta que estamos en un sistema esclavista. Que es el que provoca, afecta, estimula, y desencadena las múltiples experiencias que vive. Que todo ello, son las trampas, estacas y obstáculos para que vuelva a caer, para que siga esclavizado.
Y ahí aparece el maestro motivacional, que le sigue insistiendo en que le falta trabajar más consigo mismo. Y este trabajar, es aprender a trabajar la aceptación, que se traduce en última instancia, en aceptar al sistema. En atarearse más, para que el capitalismo siga creciendo y siga esclavizando a nuevos encadenados mentales y emocionales. Tal como el vampiro o el zombi que le chupa o le muerde a otro para convertirlo en un nuevo esclavo vampiro alienado o zombi enajenado.
Hemos llegado a la etapa del esclavo perfecto, que está convencido de que “las cosas como son” (sprite), que es lo que tenía que pasar, que eso debía vivir, para que se desarrolle y progrese.
No hay mejor esclavo en toda la historia del esclavismo que el esclavo actual, que está convencido que las difíciles situaciones que vive, son las situaciones justas para que alcance la libertad y la paz.
Es el esclavo ideal que el esclavista siempre lo buscó, de que cada cual se auto domine, creyendo que es atrasado porque no se ha esforzado como los millonarios desarrollados. En la misma lógica, de que “el pobre es pobre porque quiere”. El esclavo subsumido en los esquemas del desarrollo económico y personal, cada día se va desarrollando, creciendo, progresando como esclavo.
Y ese mismo papel cumplen todas las iglesias, que se encargan de que el piadoso siga esperando la recompensa en el cielo, de que dios le está observando y le purgará. En las religiones monoteístas, los devotos se conciben como “siervos de Dios”, “esclavos del Señor”, “súbditos de la Virgen”. Y en las modernas idolatrías, actúan como esclavos de dioses objetos, adoradores de cosas divinas, peregrinos del desarrollo del capitalismo neoliberal.
Y sacrifican toda su vida en ello, convencidos de que eso es amor a sí mismo. Tan solo hemos pasado del esclavismo de las religiones, al esclavismo “new age” o de la espiritualidad “light”.
Los empresarios están muy felices y agradecidos con estos personajes “motivacionales”, y los llevan a sus empresas para que adoctrinen a sus empleados, para que sus trabajadores se resignen y rindan más, para que crean que son libres y se convenzan de que ellos deciden su vida, para que aplaquen sus frustraciones y no protesten, para que se ofrenden ante el patrono como la máxima expresión del desarrollo y el crecimiento de la empresa. Es decir, la motivación consiste en conseguir que todo el tiempo los empleados estén afanosos, seguros y productivos.
Y el esclavo, motivado e impulsado, termina convencido de que sí la empresa creció, él también creció. De que ellos son la empresa y su recompensa es tener el trabajo que muchos ambicionan y que él es un privilegiado. De que es un honor trabajar en una empresa exitosa, y le entregan de recompensa un diploma del “trabajador del año”. Ese es el gran galardón que el esclavo fervoroso se lleva a su casa y a su tumba.
El esclavo alienado termina persuadido de que triunfó, cuando el triunfo y la gloria se la llevan los inversionistas de la empresa y sus descendientes. Los que así no trabajen, seguirán siendo siempre ricos. Mientras, los descendientes del “trabajador exitoso” tendrán que luchar duro por siempre.
Tal como dicen los estudios sobre la movilidad social, de que quién nace rico morirá rico, e igual con los pobres[1]. La movilidad social en el mundo es apenas del 10%, incluido los EEUU el país más rico del mundo.
De esta forma, jamás llegan a darse cuenta de que son esclavos desarrollados, y peor que tomen conciencia de que viven en un sistema esclavista progresado y evolucionado, en el que “todo es perfecto”, es decir, perfecto para las élites que cuentan con muchos esclavos enajenados.
Ni siquiera la izquierda se da cuenta de esto último. En la historia oficial, de la derecha y de la izquierda, se dice que el esclavismo es una etapa antigua y que fue superada. Y todos se han convencidos de ello, creyendo que el esclavismo es algo del pasado. Los intelectuales de izquierda y decoloniales, máximo hablan de colonialismo, sin que puedan ver el esclavismo pleno y profundo en que nos encontramos.
No pueden ver que el esclavismo primigenio se fue desarrollando, progresando y creciendo, hasta llegar a este momento en el que esclavismo es lo más sutil y elaborado, para que el esclavo no lo sepa y por el contrario crea que es libre. De que se cree libre, porque puede elegir por sí mismo la forma en que se esclaviza y auto esclaviza.
Los esclavos domesticados e individualizados se alejan cada vez más de los problemas sociales, de la política, de la crisis ambiental, del caos social; creyendo que eso le corresponde solucionar a los políticos, a los gobernantes, a los partidos.
El esclavo ciego que solamente se preocupa de sí mismo, pues la vida es un asunto particular y él se encarga de ello. El país, el mundo, el planeta, es de los políticos, y él no se mete en eso, no se rebaja a cosas mundanas.
Solo se limita a criticar a los políticos. A decir, que son malos, que son corruptos, que solo piensan en ellos. Solo reprende, pero no hace nada. Pues él, ya tiene suficiente con desarrollar su persona, con hacerse cargo de su parte y que cada cual haga la suya.
Rechaza la política, le molesta los políticos, y solo va a votar porque es obligatorio o cuando le han asustado con el cuco del comunismo.
El esclavismo capitalista está feliz con el esclavo apolítico, despreocupado, desentendido de lo social y de la comunidad, es decir, distraído de la vida en su totalidad, alejado de lo que marca y determina su vida, de lo que condiciona la situación de todos.
Se ha producido un vaciamiento, despolitización y desmovilización, que el sistema se siente tranquilo y libre de que los esclavos no se den cuenta y sigan trabajando y consumiendo, produciendo más para la cada vez mayor cantidad de zombis compulsivos del dios mercado. Mientras se va destruyendo libremente a la naturaleza a nombre del desarrollo de los pueblos.
El sistema ya no se siente amenazado, casi todos están disciplinados y uniformados. Cada cual cumple el rol para que el esclavismo del capital siga generando grandes ganancias, como en la pandemia en que algunos cuadruplicaron sus riquezas en tan poco tiempo, gracias al desarrollo financiero y el crecimiento bursátil.[2]
El esclavismo neoliberal sigue cada vez dando más frutos rentables, pues, como el desarrollo es permanente o infinito, los esclavos tienen que seguir desarrollándose y se llenen de cosas materiales para intentar compensar sus frustraciones, sus desencantos, sus sufrimientos.
Así, terminan acallando sus iras sociales y más bien se hacen eco de voces extremistas, especialmente de la ultra derecha. Pasando a culpar y criticar a activistas sociales, de que son agentes de la maldad, de que quieren acabar con la libertad que es el bien más preciado de la vida.
El esclavo adoctrinado defiende al sistema y cree que es libre y que estamos en la etapa mayor de la libertad. Conceptúa que vivimos en un sistema de libertad de expresión y defiende la libertad de ser esclavo sumiso, dependiente, disciplinado.
Actualmente en EEUU, hay millones de personas que creen en la teoría QAnon, según la cual, hay una conspiración mundial de una élite de adoradores del diablo que hacen sacrificios de niños y que quieren apoderarse del mundo. Creían (y creen) que el ex presidente Trump estaba luchando contra ese poder maléfico de adoradores de satanás y que él les iba a salvar de todo ello.
Es más, estuvieron a punto de impedir la ascensión de Joe Biden y de provocar una guerra civil en EEUU. Teoría, que por cierto, se ha ido abriendo paso por otros países y que se está convirtiendo en una gran amenaza mundial.[3]
Esclavo converso que cree que todo es responsabilidad del nivel de libertad alcanzado por cada individuo. Y cuando no tiene todo lo que aspira, se juzga de que le falta ser más libre, es decir, de entregarse más, de ser un mejor siervo, de tener más fe en el desarrollo, en la libertad, en la paz.
A todo lado donde va, repite: que todo lo que pasa es porque cada uno se lo ha ganado, que cada cual se merece lo que tiene, de que cada uno tiene la recompensa a según su faena desplegada.
Y así, el esclavo sigue trabajando y trabajando, consumiendo y consumiendo, comprando y comprando, derrochando y derrochando, endeudándose y endeudándose, “porque te mereces siempre lo mejor”, como le dice la publicidad y el motivador.
Evidentemente, que los motivadores no son conscientes de ello, no es que lo hacen de mala fe o a propósito, sino que ellos también son producto a otro nivel de este sistema. Ellos también son víctimas de este esclavismo perfeccionado del “Todo es perfecto”. Son los neo capataces que ha formado el sistema para que puedan controlar a los modernos esclavos, en forma mental y emocional.
Si antes, en el esclavismo primigenio los esclavistas tenían caporales y mayorales para que vigilen el trabajo, en el esclavismo sutil de ahora, esa función la cumplen los motivadores, los marketistas, los consultores políticos, los profesores, los periodistas, y toda una serie de personajes de los talleres, programas y libros de auto ayuda.
Mi persona también fue atrapada por el “motivacionismo” o el “ayudadismo”. En mi afán de “cambiar el mundo”, como lo desean muchos jóvenes, inconscientemente terminé siendo otro de los que también abrían la puerta fina del esclavismo a nombre de la libertad, del libre albedrío, del que hay que salir del atraso y desarrollarse, del cambio personal, del todo es perfecto.
Sin embargo, esto pasa en todo el mundo globalizado actual, incluido los poderosos o los amos o los esclavistas, que ven como normal o natural a todo esto, pues, como decía Aristóteles es obligatorio de que unos sirvan a otros. Es decir, todos han naturalizado el esclavismo.
En la cumbre del esclavismo, todos son esclavos, todos han internalizado el esclavismo, y nadie (o casi nadie) es consciente de aquello. El esclavismo se ha ordenado y todo parece normal y legítimo.
Steve Jobs, uno de los máximos de Apple, antes de morir de cáncer y frente a la muerte, se dio cuenta que desperdició su vida dedicándose solo a trabajar, al no haber hecho todo lo que hubiera querido hacer, como le enseñó o le hizo ver su muerte próxima. De alguna manera, se dio cuenta que había sido un esclavo más del sistema.
Esta es la única diferencia con etapas anteriores, en que finalmente en el neoliberalismo todos son esclavos, unos más que otros, es la diferencia entre las distintas clases y castas sociales. Esto es lo que otros llaman el transhumanismo.
Tanto es así, que hoy muchos esclavos mueren por exceso de trabajo. Trabajan voluntariamente jornadas intensas, hasta cuando su cuerpo ya no resiste y se mueren (síndrome de karoshi).
Algunos emprendedores para lograr el éxito que anhelan se sacrifican tanto, que luego terminan quemados (el síndrome de burnout), es decir, desenergetizados, enfermos, y algunos hasta se suicidan. Ellos son al mismo tiempo, el esclavista, el esclavizador, el esclavo. Cumplen todas las funciones. Son los auto esclavos, en la cúspide del postcapitalismo.
La pandemia del coronavirus es el inicio del jaque mate final, en donde todos los esclavos rebeldes serán mejor controlados, expiados, para hacer posible un gobierno mundial. El pretexto es la pandemia, para poder encerrarles o confinarles a sus directrices y mandatos.
Así el esclavismo se hace perfecto, completo y muy desarrollado, todos en un mundo panóptico al servicio y manejo de una élite de corporaciones que le dicen y le imponen un estilo de vida. El esclavo ya no puede moverse cómo quiere, necesita el pase sanitario y luego vendrán otros pases. La Sociedad del Monte Peregrino lo ha conseguido, un mundo lleno de esclavos. Les tomó 5.000 años y lo han conseguido.
Pasé también algunos años en el “motivacionismo”, hasta que me di cuenta que había sido entrenado (coached) para educar a que los esclavos no sean conscientes de sus dependencias, de sus sometimientos, de sus claustros.
Tomé conciencia de que lo que vivíamos o nos pasaba, era TAMBIEN un problema social, un asunto sistémico, un problema del capitalismo.
Lo sabía o lo entendía desde siempre, pero no era totalmente consciente y me enfocaba más en el trabajo personal, poniéndolo como mi centro principal a nivel individual y laboral.
Pensaba que el nuevo mundo necesitaba de nuevos seres humanos con qué construir. Pero lo que faltaba, es que había que construir el “ser individual” y “el ser comunitario” al mismo tiempo, esto es, en paralelo y en conjunto.
Sin embargo, cuando reaccioné y me enfoqué también en lo colectivo, en la acción política, en la respuesta sistémica; me di cuenta que la izquierda y todos los movimientos reivindicativos eran el otro extremo o el otro lado del mismo problema.
En el que, por una parte, no representaban o no respondían al cambio que prometían, y por el otro, que creían que el cambio era estrictamente social. Discurseaban de que este cambio y desarrollo político venía desde el estado y desde arriba, y que la transformación era un acto exclusivamente político. Etc.
Incluso, la idea de cambio social seguía siendo una propuesta individualista y no comunitaria. La sociedad es un conjunto de individuos dispersos dentro de un territorio en el que cada cual se defiende como puede. Y la comunidad es un entramado de familias dentro de un mismo espacio, en el que se sostienen y se apoyan mutuamente dentro de un proyecto común.
Los socialistas y comunistas hacían un trabajo social, es decir, individual, más no comunitario, y de ahí su fracaso estrepitoso en todo el mundo sin que hayan logrado ningún cambio estructural.
Es más, la idea de cambio social en sí mismo resultaba la trampa, cuando comprendí que el propósito en la vida era armonizarse con todo. O que el cambio, es la armonización como sentido y propósito de vida. Y no el cambio de virar la tortilla, como pretende la izquierda en su idea de dominar a los explotadores y de poner encima o arriba a nuevos actores sobre otros anteriores. Tal como han sido las experiencias socialistas en todo el mundo.
Viven también en otros dogmas, atrapados en otras creencias, y de igual manera, sometidos y sumisos a imaginarios y utopías. Y tampoco son libres, ni los mejores hijos del pueblo, ni los más revolucionarios, ni los más avanzados, ni los más conscientes, como ellos también se dan palmaditas y se sosiegan para seguir adelante en sus luchas y quimeras.
Ellos también tienen sus motivadores, para que sus pupilos o fieles partidarios no desmayen en la construcción de su “hombre nuevo”, del tal “poder popular”, del “nuevo mundo” socialista-comunista.
Los insufladores políticos también arengaban, para que sus esclavos camaradas encuentren impulso y motivación, de que en un futuro se acabará la dependencia a los patronos y se obtendrá la libertad consciente y verdadera, a través de la moral comunista o revolucionaria.
A la final, es otra forma de esclavismo. Es más, como anotamos anteriormente, siguen creyendo que el esclavismo fue superado como dijo Marx, sin que vean que tomó otros medios y otras formas hasta llegar a lo más perfeccionado en este tiempo.
Y ellos, también son parte y producto de todo este proceso, puesto que no pretenden destruir el esclavismo sino tan solo una de sus ramas que es el capitalismo. Por ende, seguimos en lo mismo. De ahí, que lo máximo que han construido es un capitalismo de Estado.
Los autodenominados revolucionarios, que se dicen objetivos y racionales, no dan importancia a la vida, es decir, creen que la vida no interviene, y que el ser humano es solo dependiente del sistema y no es interdependiente con la vida.
El izquierdista no cree que la vida es inteligente, que ella también tiene su propósito, como la tienen los seres humanos y los grupos comunitarios. Cree que el problema es solo del tipo de sistema y que cambiando el sistema se logrará la libertad, el bienestar, la paz, el progreso. Por ello, se denominan progresistas.
Profesan que cuando lleguen al comunismo y desaparezcan o eliminen al Estado, la democracia y al partido, los principales responsables de la actual situación, todo estará lleno de ciencia, libertad e igualdad. Pero, por ahora son sus dioses, a los que también se sacrifican e inmolan, especialmente al partido y a sus líderes, a quienes rinden culto a su personalidad como buenos esclavos que también son.
Dicen que quieren terminar con la dominación, pero que para ello hay que dominar a los burgueses. La dominación terminará con la dominación. Alguien lo comprende?
Su dictadura del proletariado resultó peor que la dictadura de la burguesía. Un claro ejemplo, de que son otra expresión del esclavismo, pero que los socialistas son esclavistas más burdos que los esclavistas finos del capitalismo.
Todos resultan extremos o lados de la misma moneda, sin que ninguno haya logrado los cambios que pregonan, esto es, ni el cambio personal ni el cambio social.
No entienden ni practican la dualidad complementaria, para entender que no hay cambio personal sin cambio comunitario y que no hay transformación comunitaria sin transformación individual.
En todo caso, los que han hecho algún nivel de cambio personal, están más listos para una transformación comunitaria, cuando se den cuenta de ello.
En cambio, los izquierdistas, por no haber hecho algún cambio en su persona, representan una traba mayor. Están atrapados en el ego y su lucha mayor es por imponer sus creencias del nuevo mundo, sus dogmas de la nueva humanidad, creyendo que la suya es la verdad verdadera. De ahí, las luchas intestinas entre ellos, de cuál es el verdadero revolucionario.
El pueblo o la revolución son solo pretextos o medios para ampliar su egología y egolatría. Cuando han llegado a sitios de poder, su ego se ha salido del corazón y de la razón, y se han convertido en dictadores, tiranos, reyezuelos, autócratas.
Además, de que han terminado atrapados en la corrupción, el burocratismo, el acomodo, etc. Reflejando una serie de taras, las que justamente provocan el rechazo de muchos, entre ellos, los que optan por el camino personal, como salida ante el fracaso y la desesperanza que provocan los políticos profesionales.
Politizar la espiritualidad y espiritualizar la política sería la dualidad complementaria para salir de los dualismos, dicotomías, bifurcaciones, binarismos, en el que unos y otros han sido atrapados por el esclavismo colonial y su globalización hegemónica.
La vida y el modelo humano como realidades complementarias. La simbiosis o simetría de un sistema comunitario con los ecosistemas, sería la posibilidad de tender a la armonización como sentido y proyecto de vida. Armonización que no quiere decir felicidad, paz, libertad, sino, el equilibrio entre fuerzas contrarias pero complementarias.
Para los pueblos indígenas o pueblos primeros, no existe la felicidad, la paz, ni la libertad, pues, estos son momentáneos, ya que la vida, es decir, la naturaleza, funciona por oposición de fuerzas en disputa que se encuentran simbióticamente.
La naturaleza, es decir, la vida, está siempre buscando el equilibrio entre el caos y el orden. De ahí, que la felicidad o la paz, no es algo a conseguirse, sino, el talento y la sabiduría de saber guardar estabilidad dinámica dentro de un sistema humano. Siguiendo a la Madre Tierra, para reproducirse infinitamente.
Dualidad complementaria entre materia y espíritu como expresión de interrelación. La vida, es decir, el cosmos como ser inteligente que interviene también en nuestra vida y no solamente el sistema social.
La imbricación entre el sistema de la vida y el sistema humano, como el desafío en todas las épocas y en todos los lugares. Como la intención y el sentido de la existencia, como el misterio de la vida y del sostenimiento consciente de los humanos.
[1] https://www.elojodigital.com/contenido/17413-joseph-stiglitz-y-el-m-rito-basura
[2] https://www.france24.com/es/20201008-enriquecimiento-millonarios-pandemia
[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-45053116
Saludos hermanos, desde las montañas azules , territorio charakot apira, Kajoboto watakare bambu , Kajoboto_wb, les reconoce y agradecidos por su trabajo , la brigada ecológica Kajoboto, se suma a todas las luces del territorio universal , para fluir como el agua , para embellecer la madre tierra , volar como el viento , para acariciar el respiro profundo , arder como el fuego, para crear, víncular y sanar , determinante como la tierra fuerte y rígida , para ser fuerte desde adentro pero flexible como la paja, silencioso para sentir todo sonido, toda vibración , que mueva su sabiduría e intuición , para sentir su esencia y luz ,
La noche de hoy hasta dos lunas , tendremos consejo de chamanes y jefes de klanes, para un plan estratégico de el territorio rinoceronte verde , y nuestras palabras a todos nuestros hermanos de los caminos muchos , en nuestra madre tierra , invitándonos a contarnos trabajando juntos en el orden de nuestras leyes naturales , que son las que rigen nuestro espíritu de la madre Dios , siendo sabios y prudente usando las leyes del hombre del sistema de cosas, como herramienta para el despertar de muchos.
Pronto les escribo , estamos por Facebook brigada ecológica Kajoboto
Canto de Kajoboto
Yo soy Kajoboto, Chaman de mi Clan que lleva el mismo nombre… Hijo del Sol (Taita Suhé) y de la Pachamama… Caribe, Warao y Tatuy por territorio…
Maestro de agroecología táctica en el territorio Tatuy Mucuchimpú Characot Apirá.
Dirijo la brigada Ecológica Kajoboto, que quiere decir patria en Warao.
Nací en el valle de los Indios Caracas arrullado por las consignas del primero de Mayo del último año de los años 60s… Mi padre es un caraqueño de costumbres saludables, entregado a amar al prójimo… Mi madre es la pachamama encarnada, todo lo da para sus hijos, es el centro de amor… Soy un hijo amoroso y respetuoso, leal a la familia, atento con mis kushik (hermanos y hermanas)… Padre biológico de 2 hembras y 5 varones… Docente empedernido del buen vivir…
Estudio en la Escuela Andina de Chamanismo de la tribu que SOMOS y estoy al frente del área de producción y resguardo de semillas ancestrales, del equipo de facilitadores de procesos económicos, organizativos y educativos del territorio.
Mi propósito es garantizar un legado de autosuficiencia en armonía con la pachamama. (Ciencia del buen vivir).
En la actualidad desarrollo varios programas en el territorio:
Hembras: Creación y recreación de relaciones armónicas con las diversas especies que nos acompañan en el territorio.
Semillas: Reproducción, cuidado y fortalecimiento de las diversas especies vegetales que existen y se introducen en el territorio.
Química: Laboratorios de producción y procesamiento de materias primas para la satisfacción de las necesidades locales.
Física: Talleres de creación y recreación tecnológica adaptada a las características y necesidades de cada espacio y del territorio.
Salud integral: Relación del cuerpo, la mente y el espíritu con el entorno natural…
Luces: Educación, cultura y recreación para la vida en armonía (Producción de contenidos, dinámicas y procesos pedagógicos y didácticos para las nuevas generaciones de la tribu)…
Para hacer más eficaz este proceso estoy tomando el diplomado KAJOBOTO en sistematización de procesos organizativos, productivos y pedagógicos.
Hasta ahora en los emprendimiento que dirijo usamos la metodología “Al Rompe”, la cual consiste en usar los recursos de los que se dispone y dar inicio a los procesos sin demora, mediante el uso de la imaginación y la creatividad…
En la escuela de chamanismo en la cual estudio con el Taita Borompe, usamos el método de trasmisión directa a través de la ceremonia, con lo cual he desarrollado un método de trasmisión del saber con elementos propios que denominamos Ceremonia Kajoboto, cuya base es: 1silencio, 2Atención y 3rilax.
Soy un estudiante apasionado de las leyes de la naturaleza, admiro su opulencia, sé que la naturaleza tiene como regla dar en abundancia, por lo que desarrollamos formas y sistemas de producción y distribución de las riquezas que satisfacen las necesidades y sostienen la celebración permanente. Desarrollando un sistema financiero que apunta a la autosuficiencia y sostenibilidad armónica…
Mi proyecto de vida consiste en el sostenimiento de mi conciencia despierta, el equilibrio y despliegue del amor en las relaciones y vínculos con todas las especies.
Considero a la humildad como la puerta de entrada a la conciencia, el desapego, la verdad y el amor.
Kajoboto es el vínculo de reconocimiento de las luces del territorio.
Si yo en alguna ocasión desia de los vampiros energetcos y pensé que la esclavitud siempre está de la mano el nuevo sistema ya está por eso estoy aki para caviar mi manera de vivir i pesnsar i ser como la naturaleza el cosmos mil Gratisimas por abrir otro enfoke de mundo para mi
Importante aporte desde la ancestralidad, para una mejor comprencion, de como podemos ser parte de la naturaleza y su imperativo equilibrio sin abusar de ella…en sincronia del Cosmos y el Universo.