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ATAWALLPA OVIEDO FREIRE

Su majestad ha decidido quién será su reemplazo y sus súbditos aceptan sin chistar. Él ha decido sin consulta previa con las bases a su candidato para presidente, y ha puesto a su hermana en primer lugar de la lista de asambleístas nacionales, y los correistas se arrodillan y agachan la cabeza.

Por qué Arauz. Para evitar un otro Moreno que no se vaya a agachar a sus designios, ha buscado a un joven fiel que le diga: “Lo que usted mande señor presidente, yo soy ahora el presidente, pero usted me puso aquí y a usted le debo lealtad. Dígame que más hago.” Eso esperaba de Moreno. Pero éste ni tonto, dijo ahora es mi turno de hacer lo que me de la gana. Pues, eso es ser presidente, hacer lo que le dicta su panza como monarca de turno, para bien o para mal, en cualquier lugar y en toda la historia del mundo democrático. O conocen a alguien que haya consultado con las bases, con el pueblo, para tomar sus decisiones; simplemente las toma porque el pueblo le dio la potestad de decidir por sí mismo. Eso es la democracia, es decir, la dictadura de un autócrata.

Su majestad, admirador del rey Juan Carlos y Felipe de España, ha aprendido de lo sucedido y no puede arriesgarse nuevamente al elegir a su predecesor, y ahora toma todas las precauciones poniendo a un joven plebeyo que hará fielmente su voluntad. Ese es el motivo principal, los otros son secundarios. Tiene que llegar al poder para vengarse de los que se han interpuesto a su majestad.

Y los correistas, como los súbditos del rey Juan Carlos que dicen que no ha huido de España por todas las corrupciones imputadas y que solo está de vacaciones, anotan que su majestad Correa solo está en Bélgica por estar con su familia. Solo que no viven juntos, pues está muy ocupado, preparando como interrumpir los juicios o como obtener el perdón judicial con su vasallo preferido y joven.

Pero su majestad tiene su plan B, pues si no puede ser vicepresidente, querrá ser presidente de la asamblea nacional, para desde ahí controlar nuevamente todos los poderes, acaso es pendejo. Y los correistas, cuyo mayor mérito es ser fieles a su majestad, se inclinan sin objetar a la lista de candidatos que ha elaborado para todas las dignidades del país. Nuevamente será él, el que elegirá al nuevo binomio, cuidando como siempre que cuando lleguen al poder sea él quien dirija y no le aparezcan otros Morenos.

Como en el Ecuador hay un 20% con mentalidad de súbditos correistas puede estar entre los ganadores, disputándose el poder con otros caudillos. En el Ecuador no hay rey pero hay caudillos, ellos han gobernado la mayoría del tiempo; con tanto vasallo, siervo, y analfabeto político que han creado las élites de este pobre país.

Los correistas están felices de que el movimiento indígena esté dividido, y hay correistas tapiñados de su majestad que están dispuestos a votar por Arauz porque no les gusta Yaku. Es decir, votan por personas y se dicen “intelectuales de clase”. Así son algunas izquierdas, pura teoría e insultos contra quienes no se agachan ante su majestad. Agacharon la cabeza a Lenin, Stalin, Mao, Hoxha, Castro, Chávez, y lo seguirán haciendo. Salen con sus banderitas a las plazas con la figura del monarca de izquierda, igual que los de la derecha. Culto a la personalidad de los caudillos, y se dicen revolucionarios.

En el fondo son electoreros, creen que se disputa el Ecuador en la democracia burguesa que ellos critican. En estas épocas es cuando más les sale su fanatismo, pero en el entretiempo de elecciones no hacen tanto berrinche. Pobre Ecuador, lleno de caudillos, aprendices de reyezuelos, disputándose la torta para montarse en el Estado para robar rápido y en grandes cantidades. Esa es la historia del Ecuador, han robado todos. Por eso luchan por llegar al Estado para servirse de él. Los incautos creen que los millonarios se han hecho ricos por su trabajo. Odebrecht y demás compañías han actuado así siempre. No solo desde hace 15 años.

Seguimos insistiendo, los partidos y el sistema democrático son la causa o la base de la sociedad-virus que tenemos, y no solo los caudillos. Los caudillos solo aprovechan de este sistema que les beneficia. Si se acaba este sistema, los caudillos ya no tienen espacio, por eso es que siguen apoyando el sistema de partidos, hasta los de izquierda que consideran al partido como la mayor expresión de clase.

Hay que pasar a un sistema de participación directa por espacios territoriales pequeños y subiendo por cooptación, votando por las personas y no por grupos. La táctica de divides y vencerás, sigue beneficiando a los grupos, especialmente a los ricos. El sistema indígena basado en el consenso es la mejor forma de gobierno, utilizada en todo el mundo y existente por miles de años, hasta que surgió la democracia hace un poco más de 2000 años, que legalizó el divisionismo.

Los demócratas seguirán padeciendo, mientras otros han optado por vivir el mundo nuevo en una ecoaldea o en las aldeas ancestrales (zapatismo), que seguir hablando y soñando por el “hombre nuevo”.

Por Alteridad

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