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Atawallpa Oviedo Freire
Chateando mediante wasap con Leonidas Iza, me hizo la pregunta de quiénes son los que quieren dividir al movimiento indígena, pues le contesto públicamente.
La respuesta es simple y concreta, los que no tienen un senti-pensamiento indígena, es decir, que no conocen ni viven dentro de la racionalidad indígena. Y cuál es ésta? El paradigma indígena es todo aquello que responde a la racionalidad ambiental, a la racionalidad de la tierra, a la racionalidad cuántica, es decir, a la racionalidad de la vida. Todo lo demás, son una serie de teorías o elucubraciones de la mente egocéntrica y dictatorial alejada de los principios, las leyes, y sentires de la naturaleza. Este sistema heliocéntrico funciona dentro de determinadas categorías, variables y parámetros; y los indígenas son aquellos que se sincronizan y vibran con estas condiciones dadas por la naturaleza, y no por las hipótesis de algún iluminado o enviado por un dios.
Los no-indígenas no creen en nada de esto, y a todos los que se guían por estas leyes cósmicas los califican de salvajes, primitivos, atrasados, bárbaros, fetichistas, idólatras, etc. Sin embargo, la pandemia del coronavrius y el cambio climático han demostrado quienes eran verdaderamente los salvajes, de que los bárbaros no eran quienes vivían y viven respetando a la madre naturaleza, sino los matricidas que la vienen mancillando, atacando y devorando lentamente.
Para el ego racionalista y dogmático esto seguramente le parecerá muy simplón, pues en su mentalidad abstracta, sustancialista y esencialista, hay que buscar las respuestas en las miles de teorías que ha producido su ego dictatorial. Mientras que para lo indígena todo es tan sencillo, se trata de respetar y de vivir en simbiosis y en reproducción a lo que la vida ha creado y que se llama naturaleza y cosmos. Esa es la inteligencia y sabiduría, y su propósito es el de adentrarse a conocer más sus misterios y saberes, y no el de pretender dominarla (Biblia) o el de sacarle todos sus secretos (Bacon).
Indígenas o animistas o vitalcentristas o naturistas o heliocentristas o mutuales, han habido en todos los lugares del planeta y desde que existe el ser humano. Son apenas unos 4.000 años de divorcio con la naturaleza, desde que los mesopotámicos sacaron lo sagrado de la vida y lo enviaron a un cielo más allá de la existencia y le dieron la forma de un viejo varón barbado. Vino la paulatina desacralización de la naturaleza y desde ahí una serie de rupturas que nos han llevado a la hecatombe, hasta llegar al momento actual donde estamos viviendo el desenlace de todo ello.
Los que rompieron con lo indígena o animista crearon nuevas ontologías y epistemologías, a lo cual le llamaron civilización; y ahora lo que estamos viviendo es la crisis o el caos de la civilización, y no una crisis civilizatoria o una crisis de civilización, como dicen desde teorías al interior de la civilización. Desde lo indígena se busca una trans-civilización y no una nueva civilización o un cambio civilizatorio. Un cambio naturista para salir de lo contra-natura.
Entonces, lo indígena no es una raza, como lo han dicho los racistas, quienes hacen 500 años para justificar sus masacres crearon el concepto de la superioridad de sus creencias y para ello tuvieron que crear el concepto de razas, que no existía hasta esa época y desde ahí surgió el racismo. El racismo como parte del colonialismo creo un sistema social y político piramidalista, para establecer una sociedad en esas condiciones. El racismo no es solo el desprecio a un pueblo o a una etnia, es ante todo un sistema que funciona con una serie de instituciones y estructuras dentro de estas características. Por ende, algunos denominados indígenas que desprecian a los blancos y mestizos no son racistas sino resentidos, molestos, inconformes.
La civilización ha creado innumerables teorías queriendo entender la “realidad”, pretendiendo cambiarla y mejorarla a según sus dogmas. Las últimas teorías las llaman de derecha e izquierda, con cantidad de variantes entre ellas. Estas conjeturas civilizatorias han ido penetrando a distintos niveles y formas en los pueblos amerindios o de Abya Yala, como en el resto del mundo indígena; todos ellos contrarios a la epísteme indígena o vitalcéntrica.
La izquierda también, pues si bien aceptan una situación clasista la que se vive, tienen al mismo tiempo una concepción extractivista, instrumentalista, cosificadora, racionalista de la naturaleza y de la vida. A ese nivel están más cerca o igual que la derecha, pero muy alejados de lo indígena o naturista. Aparentemente, parecen aliados la izquierda y lo indígena, pero en el fondo o en última instancia son disimiles. Lo único que busca la izquierda del movimiento indígena es que sean masa clasista o el brazo indigenista de ellos. No se guían por el paradigma indígena sino por sus teorías civilizatorias socialistas y comunistas, y solo quieren que los indígenas sean carne de cañón de clase para que ellos suban al poder.
Buena parte de la izquierda quiere que el pueblo, entre ellos los indígenas pobres, sean burro-pies para instaurar su socialismo, que sigue siendo contra natura, como lo acaban de demostrar especialmente los progresistas, de que solo tienen afanes de poder, mas no el de empujar el sistema comunitario o mutualista de los pueblos indígenas. Los indígenas son solo mano de obra para sus fines, ni siquiera conocen su cosmovisión y dicen defenderlos, han pasado 500 años y todavía no descubren Amerindia.
Mientras los indígenas quieren reconstruir y elevar su sistema comunitario, los socialistas y comunistas quieren destruirlo para consolidar el capitalismo, que dizque les permitirá crear el proletariado, para poder construir su “sociedad científica”. Cuando el viejo Marx, antes de morir, se dio cuenta que había que fortificar el sistema comunitario ancestral, corrigiendo al treintañero Marx que en sus delirios juveniles quería instaurar la dictadura del proletariado. Y en eso siguen algunos izquierdistas, que tampoco terminan de descubrir al Marx completo.
Los indígenas o mutualistas luchamos por un mundo en comunión con la naturaleza, eso es lo comunal o mutual, los socialistas solo quieren que todo el mundo viva pequeño-burguesamente, por eso ellos viven así. Los indígenas o heliocentristas pensamos y vivimos sostenible y ecológicamente, los socialistas y comunistas vive igual que los burgueses, pero con menos recursos que ellos. Conocen a algún izquierdista que viva sustentablemente, que produzca ecológicamente, que trabaje en esas condiciones.
Entonces, quiénes quieren dividir al movimiento indígena. Una serie de personas de distintos fenotipos o presentaciones físicas, de acuerdo al nivel de civilizamiento o de salvajesimiento que hayan encarnado. Evidentemente, los de ultra derecha son los más fundamentalistas supramacistas, y así en degradé. Los racistas y los resentidos primero ven la cara de alguien, para según ello darle una posición, en cambio, lo indígena escucha y siente al interlocutor para poder identificarlo en una condición o posición.
En el denominado movimiento indígena hay algunos que aprovechan o utilizan su fenotipo andino para infiltrarse e introducir su pensamiento colonial, religioso, homogenista; y con ello dividen, crean confusión, desvían de la racionalidad indígena. Ellos son los más peligrosos porque están al interior y porque se dicen indígena por su “cara indígena”, y con ello aparecen como parte natural del movimiento.
Ahí están los correistas, los mariateguis, y otros izquierdismos peligrosos, que parecen radicales pero que en el fondo son radicaloides, extremistas foquistas, bohemios dispuestos a lanzarse a aventuras guerrilleras. Aunque, también hay algunos izquierdistas sensibles que quieren caminar juntos, codo a codo, y algunos hasta respetuosamente detrás del movimiento. Con esta gente se puede contar. La derecha oficial es peligrosa, pero al menos se sabe claramente quienes son, pero hay quienes creen ser indígenas por su fisonomía, pero lo que hacen es derechizar al movimiento con sus posturas, ahí están los tibanes o talibanes, por decir de alguna manera.
Por qué mi apoyo a Yaku Pérez? Pues, porque justamente se guía por la filosofía indígena, porque se ha limpiado del izquierdismo radicaloide, del populismo correista y de la derecha depredadora y ultra salvaje. Entonces, lo primero que deberían hacer, es un curso de cosmovisión, filosofía o racionalidad indígena o andina o vital. Hay que redescubrir Amerindia, muchos se han formado en las universidades coloniales y porque han hecho un ritual indígena, creen que ya se manejan por la filosofía indígena.
Entonces, el movimiento indígena no es un conjunto de personas con rasgos amerindios, sino un movimiento cultural, espiritual y político que se guía y se maneja por ontologías, epistemes, hermenéuticas, axiologías de tipo naturistas, cuánticas, integrales, holísticas, simbióticas, heterogéneas, plurales.