ATAWALLPA OVIEDO FREIRE
Por casi 50 veces Trump se presentó ante la prensa apoyando el uso de la hydroxicloroquina, pero ahora ya se ha echado para atrás. Trump apoyó incondicionalmente a estos medicamentos y señaló de que es una “tremenda promesa” y dijo que la droga es inofensiva. “Creo que va a ser genial”, dijo Trump en una reunión informativa en la Casa Blanca el 19 de marzo. “¿Qué tienen que perder? Tómenla”, dijo el 4 de abril.
Es más procedió a destituir al titular de la agencia estadounidense a cargo de desarrollar una vacuna contra el coronavirus. Rick Bright dijo que fue despedido de su cargo al frente de la Autoridad de Desarrollo e Investigación de Biomédica Avanzada (BARDA por su sigla en inglés), la agencia del gobierno que desarrolla tratamientos y vacunas, y degradado a una posición menor en el Instituto Nacional de Salud.
Pero la realidad es que los pacientes con coronavirus que toman hidroxicloroquina, un tratamiento que fue promocionado por el presidente de EE.UU. Donald Trump, no fueron menos propensos a necesitar ventilación mecánica y tuvieron tasas de mortalidad más altas en comparación con aquellos que no tomaron el medicamento, según un estudio de cientos de pacientes en la Administración de Salud de Veteranos de los Estados Unidos.
Pero finalmente, Trump ha retrocedido en su apoyo a estos medicamentos y dice que sería mejor utilizar un desinfectante.
Mire a continuación este reportaje de la CNN, sobre como Trump ya no apoya el uso de la hydroxicloroquina
No ingieras ni te inyectes desinfectante, pide la FDA (después de que Trump lo sugiriera)
El gobierno de Lenin Moreno también lo ha promocionado y acepta su utilización, lo cual es una tremenda irresponsabilidad, pero como les están haciendo firmar a los pacientes y luego se descubra que los mataron, nadie podrá hacer nada contra ellos.
Lo que es innegable es que muchas personas murieron por el uso de estos medicamentos, y hay personas que dicen haberse curado con su uso, pero no hay prueba de que se sanaron por estos medicamentos, probablemente fue por una reacción propia o por otros remedios utilizados.
En todo caso, está en entredicho este medicamento y solo debería ser usado bajo una vigilancia médica exhaustiva. Lo más lamentable, es que muchas personas se auto medicaron, en las farmacias se vendían sin receta médica, y lo más probable es que muchos murieron o se aceleró su muerte por estos medicamentos o por sus efectos secundarios.
Un gobierno responsable, mientras no hayan estudios serios debería suspender su uso. Pero, ¡qué va!, siempre Lenin Moreno al último en todo.