Economistas Heterodoxos ante la pandemia del coronavirus: Diez medidas urgentes
Manifiesto al país
Economistas Heterodoxos ante la pandemia del coronavirus
Si hay algo que nos enseña la crisis sanitaria global del coronavirus es que la última línea de defensa que tenemos los seres humanos es la solidaridad y responsabilidad individual y la intervención de las instituciones, estas últimas organizadas desde el Estado. Empero, y a pesar de los dramáticos momentos que vive el mundo, los neoliberales de nuestro país siguen en su afán de denostar y desprestigiar la participación del Estado, aunque no tienen ningún reparo moral en acudir al Estado en momentos de sus crisis económicas. Los que siempre ponen al capital por encima del ser humano, no tienen problema en pedir el rescate y la ayuda del Estado para cubrir sus pérdidas y proteger sus beneficios.
Los neoliberales criollos han satanizado permanentemente al gasto público, y, sobre todo, aquel destinado a la inversión y protección social, es decir, aquel gasto en médicos, especialistas, enfermeras, paramédicos, investigadores, bomberos, policías, profesores universitarios, maestros, funcionarios, en fin, todo aquel tejido institucional que hoy está asumiendo, con entereza y sacrificio y sobre sus hombros, la enorme responsabilidad de cuidarnos a todos. La pandemia global nos obliga a mirar de otra manera a nuestra sociedades y comprender que la economía, en realidad, es pura contingencia, que las verdaderas prioridades, este momento, pasan por cuidar y proteger a los que amamos. Cuando es la vida la que está en juego, las prioridades mercantiles y crematísticas se convierten en aspectos contingentes. Por supuesto que la economía importa, y que se necesitan tomar medidas. Pero la visión que hoy debe prevalecer se denomina: humanismo.
La economía debe ser puesta a servicio de la humanidad, y no al revés. No son los mercados los que nos van a salvar de la pandemia, son nuestros Estados. Empero, lo que en estas circunstancias se convierte en un imperativo ético y moral, para los neoliberales se convierte en la oportunidad de oro para llevar adelante su propuesta de ajuste y shock económico. Quieren aprovechar la coyuntura para subir los precios de las gasolinas, para eliminar el gasto público en salud y educación (¡justo en estos momentos de pandemia!), privatizar los bienes estratégicos del Estado, desregular los mercados y flexibilizar y precarizar aún más el trabajo.
Demás está decir que si el país sigue la ruta prescrita por los neoliberales criollos, nos espera un escenario de devastación en todo sentido. Es lamentable que en estas circunstancias, aquellos que en vez de corazón tienen un gran bolsillo, demuestren tan poco sentido ético, tan poca humanidad y tan poca solidaridad. La defensa de la acción del Estado no es una defensa ideológica. Es la apelación más pragmática al sentido común y, además, una verdad evidente: la única forma de controlar y salir de la pandemia es a través de una sólida estructura de salud pública, no hay otra opción. Y eso ha sido el pronunciamiento de varios líderes mundiales de diversas tendencias políticas, como por ejemplo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
En Ecuador, la resolución de la pandemia requiere medidas urgentes, por lo cual proponemos:
1) Una moratoria en el pago de hipotecas (en especial de BIESS, pero también de la banca privada, cooperativas y otras instituciones financieras), por al menos doce meses hasta que se haya resuelto definitivamente la pandemia del coronavirus.
2) Estrategias de flexibilización en el pago de créditos comerciales, microcréditos, créditos de consumo, tarjetas de crédito del sector financiero nacional, sin recargo de intereses ni multas o cualquier otra penalidad, y sin alterar el record crediticio de las personas, ni tampoco vulnerar su acceso al crédito, por al menos un año hasta que la economía se recupere. Flexibilizar, asimismo, la conducta de los bancos e instituciones financieras respecto de sus clientes, para facilitar acuerdos de pago y contribuir a que las personas puedan contar con capital de operación para que puedan superar la actual coyuntura.
3) Poner en acción a la banca pública: BanEcuador, CFN, Banco de Desarrollo, CONAFIS, Banco del Pacífico, para usar mecanismos financieros, como fondos de garantía, líneas de crédito contingentes a nivel territorial, para atenuar la pérdida de ingresos de la población en condición de subempleo e informalidad, y atender con recursos a la población más vulnerable para que pueda adquirir alimentos y subsistencias y pueda cumplir con los protocolos de aislamiento y cuarentena. Buscar respaldos a estas líneas de crédito en la Cooperación Internacional al Desarrollo, y sustentarse en la Economía Popular y Solidaria.
4) Liberación de aranceles de productos farmacéuticos y químicos necesarios para confrontar la pandemia, y control de precios con los que se expenden en el país. No se puede permitir que ciertos laboratorios pretendan lucrar en esta coyuntura.
5) El gobierno tiene que detener de manera definitiva su estrategia de despidos en el sector de salud. Está en riesgo la Red Pública de Salud, los mecanismos de control epidemiológico y los Distritos de Salud. En consecuencia, proponemos que se reincorporen de forma inmediata al sistema nacional de salud los cerca de siete mil funcionarios del sistema de salud (entre ellos médicos especialistas, enfermeras, personal de control antivectorial, control epidemiológico, etc.), que han sido injustamente despedidos en estos tres últimos años, y que se elimine de manera inmediata el requerimiento de la cuota de nueve mil despidos al sector de salud previstos en los respectivos acuerdos ministeriales.
6) Es fundamental realizar inversiones específicas en el sector de salud, a través de la compra de medicinas e insumos, tecnologías y aparatos indispensables para el efecto. En tal sentido, recomendamos una actuación más intensa y proactiva en el ámbito internacional para reactivar convenios de cooperación y dotación de equipos, medicamentos y personal especializado, sobre todo con China y con Cuba, países que han demostrado, al momento, solvencia y experticia en el manejo de la pandemia. No se pueden adoptar decisiones ideológicas en un contexto tan delicado como el presente.
7) El gobierno debe comprometerse a no tomar ningún tipo de medidas económicas que pongan en riesgo tanto la paz social cuanto la salud de sus ciudadanos, como son: mayores ajustes en el gasto público, mayores contribuciones a la clase media, eliminación de subsidios a los combustibles, “monetización” de activos estatales, privatización de empresas públicas o campos petroleros, desregulación del sistema bancario. En consecuencia, debe suspenderse de forma definitiva toda condicionalidad que proviene del Fondo Monetario Internacional. Es momento de entender que la OMS (Organización Mundial de la Salud) está por encima del FMI. Exhortamos a la Asamblea Nacional a que haga uso de sus atribuciones contenidas en el numeral 5 del Artículo 419 de la Constitución, y que denuncie y ponga fin a la Carta de Intención suscrita con el FMI en marzo de 2019, porque la vigencia de este acuerdo pone en riesgo la frágil situación de la salud pública del país.
8) Exhortamos a la Junta de Regulación de la Política Monetaria y Financiera que disminuya las tasas de interés activas para todos los segmentos del mercado financiero nacional. Solicitamos al gobierno nacional que establezca nuevas salvaguardas que protejan la balanza de pagos y que establezca controles que impidan la fuga de divisas.
9) Estamos plenamente conscientes de la necesidad que tiene este momento el gobierno nacional de recursos para afrontar los graves problemas de salud pública, en consecuencia, nosotros nos comprometemos a elaborar el documento de sustento y fundamentación para solicitar a la Corte Constitucional la declaratoria de inconstitucionalidad de los Artículos 40 y 42 de la Ley de Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo aprobada y publicada en el Registro Oficial No. 309 del 21 de agosto de 2018. Si la Corte Constitucional declara inconstitucionales las reformas a los artículos 36 y 56 del Código Orgánico Monetario y Financiero, previstos en esta ley, además de declarar inconstitucional las reformas al artículo 128 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas, el gobierno nacional puede tener acceso inmediato a los recursos de las reservas internacionales, y con ello puede solucionar sus problemas de liquidez de recursos en la caja fiscal. Exhortamos, en consecuencia, a la Corte Constitucional que se sensibilice y que los jueces constitucionales tomen decisiones en función del país, con la premura que las circunstancias lo requieren. Asimismo, solicitamos a la Corte Constitucional que se abstenga de emitir criterios con respecto a los Tratados Bilaterales de Inversión porque pueden alterar de manera importante la economía y someter a una crisis más profunda al país.
10) Estamos ante la presencia de un fenómeno inédito para la globalización y que la responsabilidad es compartida por todos. Por lo tanto, consideramos que todos los recursos existentes deben tener como prioridad el cuidado, protección, control y cumplimiento de los protocolos internacionales creados al efecto. La prioridad, por el momento, es la salud y la vida de los ciudadanos.
Suscriben el presente manifiesto,Quito, Guayaquil, 16 de marzo de 2020
Dr. Pablo Dávalos (PhD)
Dr. Marcelo Varela
Econ. Diego Borja Cornejo
Dr. Jaime Gallegos
Dr. Pedro Páez
Econ. Hugo Quimis-Franco
Econ. Aquiles Hervas Parra
Econ. Karina Ponce
Econ. Carlos De la Torre
Econ. Jorge Altamirano
Econ. Fabián Arias
Econ. Eric Cisneros