ESCRACHE CONTRA LOS INDÍGENAS POR CIERTA PRENSA
Por Atawallpa Oviedo Freire
Desde que figuras del movimiento indígena aparecen con buenas opciones presidenciables, hay un escrache sostenido y ordenado para generar una opinión pública adversa contra ellos. Acentuados básicamente en el racismo y en la desinformación, con el propósito de dividirlos y de anularlos.
No es casual como periodistas que se identifican con la derecha, unos abiertamente y otros solapadamente, lo vienen haciendo sistemáticamente. Ya hemos desnudado anteriormente sus formas y personajes, pero es necesario seguirlos develando a según sus ataques.
Indudablemente que se puede criticar al movimiento indígena, nosotros lo hemos hecho también, pero no lo hacemos por que nos paguen pautas o porque tengamos una visión de derecha o de izquierda, sino porque creemos que como periodismo serio hay que hacer la crítica a todos y sin excepción. Pero no, para destruirles como lo hace el periodismo incendiario (como se autocalifican ellos mismos), sino con el afán de educar y crear conciencia. Esa la intención.
Analicemos dos últimos casos, un artículo de Roberto Aguilar y otro sobre un comentario de Yaku Pérez sobre el coronavirus.
Aguilar en su artículo de El Expreso “Los violentos quieren más”, entre otras cosas dice: “Una de sus plazas fuertes parece ser el Movimiento de Indígenas y Campesinos de Cotopaxi (MICC)”. Este “parece ser” habla del nivel de periodismo. Para eso hay que investigar. Los Mariategui son un pequeñísimo grupo de máximo 20 personas que surge y tiene su base en la Universidad Central, facultad de periodismo. Tienen contacto con Iza, lo que no necesariamente significa que Iza sea mariateguista o de dicho pequeño grupo. Pero si lo fuera, los Mariategui son totalmente ínfimos en el movimiento indígena. Evidentemente que quieren influenciar en la CONAIE, como otros, pero no son nada representativos. Iza es representativo, pero los Mariategui como tales, son muy poco.
Sí, señor Aguilar, hay una serie de grupos violentos pero no son del movimiento indígena ni están alrededor de ellos, sino de otros movimientos de izquierda. Como también los hay una serie de grupos fascistas de derecha, de los que no dice nada y solo critica a los violentos de izquierda. Por qué será. Entonces, endilgarle todo al movimiento indígena por lo de octubre y concentrar a los violentos en los Mariategui es mala fe o, qué. El señor Aguilar, desinforma y genera una opinión pública equivocada.
En el movimiento indígena hay diferentes corrientes o pensamientos, no es un grupo homogéneo. Hay distintas tendencias, desde posiciones de derecha, liberales, cristianos, marxistas, socialistas, indigenistas, indianistas, andinistas, etc. Todo ello depende del nivel de colonización interna o de anatopismo que cada uno lleve.
Hay intelectuales, practicistas, profesionales, guerreros, diplomáticos, de todo un poco y a según su personalidad y conocimiento. También hay egos, luchas de poder, ambiciones personales, los que se aprovechan de su fenotipo indígena, etc. Y como consecuencia de esto último, hay quienes han soñado con llegar a altos puestos o han hecho carrera política y viven de ello, y que ahora se sienten amenazados en sus ambiciones personales por nuevas figuras que luego de octubre han repuntado. Hay los viejos que se creen que se merecen estar de candidatos y hay los nuevos que creen que ya tuvieron su tiempo.
Varias veces han querido dividirles desde el interior y exterior al movimiento, pero no lo han logrado. En esto son bastante conscientes, de que a pesar de cualquier discrepancia deben mantenerse unidos. De ahí, que es una pena para la prensa y políticos incendiarios que se produzca algo así, por lo que intentarán anularlos políticamente.
El otro caso, que raya en la estulticia, es sobre unas declaraciones de Yaku Pérez sobre la relación de la contaminación petrolera, minera y otras ambientales con el coronavirus.
Inmediatamente, una parte de la prensa descontextualizó y sacaron solo una parte del video con sus declaraciones, como consecuencia la reacción rabiosa de los racistas, que son generalmente gente de derecha, para sacar todo su veneno y sin ningún fundamento.
Evidentemente, son medios con intereses y que deshonran al periodismo. El Comercio, el portal Ecuador en Vivo de clara tendencia de derecha, Carlos Vera evidentemente, Diego Ordoñez de los 4 pelagatos, y la señora de seudónimo Borisivian Shabaty que oculta su nombre pero que sabemos que vive en Francia; y, que luego de agredir a Pérez y a nosotros que le habíamos desenmascarado, al final reconoció que teníamos razón.
La organización mundial de la salud (OMS) este 6 de marzo dijo que “El Coronavirus es consecuencia de la contaminación y la deforestación, así como de otras actividades antrópicas en los ecosistemas que están provocando los dramáticos cambios climáticos que la humanidad está experimentando en los últimos años.
La deforestación indiscriminada de los bosques, además de ocasionar la desaparición de especies, repercute negativamente sobre la salud humana. La destrucción de los hábitats es una de las causas por las que aparecen nuevos virus. Aunque aún existe poco conocimiento en torno al Covid-19, las alteraciones de los ecosistemas podría ser una de las múltiples causas de su aparición.
Según la revista Nature, más del 70% de las infecciones ocurridas en las últimas cuatro décadas han sido zoonosis, es decir, enfermedades de los animales, sobre todo selváticos transmitidas a los humanos. El origen de las pandemias depende del modo que las actividades humanas influyen sobre las áreas naturales, el Covid-19, Ebola, Sars, Zika, MERS, H1N1 son todas pandemias zoonóticas.
(…) En suma, la verdadera emergencia no es la epidemia Covid-19, bien sí los efectos de los cambios climáticos en acto, la deforestación y la destrucción de los ecosistemas, con la consecuente contaminación del aire están a la base del surgir de nuevas afecciones. Si no hacemos un drástico cambio de ruta, el futuro nos podría deparar nuevas y terribles tribulaciones.”
Quienes son los que deforestan? Principalmente las grandes plantaciones, los ganaderos, y en menor medida la minería y las petroleras. Todos ellos, unos más otros menos, nos están desprotegiendo al romper con los ciclos vitales y esa factura ahora la estamos pagando toda la humanidad y no los responsables de aquello.
En síntesis, hay muchas críticas y cuestionamientos que hacer a la prensa. Los políticos deben hacer auto crítica, pero la prensa también, quienes son corresponsables de los que acceden a los sitios de poder. Quieren seguir poniendo y quitando presidentes. Obviamente, la prensa de los grandes medios, pues los pequeños, sin pautas y con otras visiones, no les conviene al sistema y nos tienen a pan y agua. No solo pasa en la prensa de derecha, también en la izquierda. Y eso explica el Ecuador que hay.
Una buena parte del pueblo ecuatoriano es fanático y fundamentalista, la mayoría pertenecientes a la clase media y alta. La prueba es que en el Ecuador se lee apenas dos libros al año en promedio, cuando apareció el coronavirus se lanzaron a los supermercados ha vaciarlos a pesar de que se dijo que no había que hacer aglomeraciones y de que no hay desabastecimiento, incluso reclaman de que por qué van a cerrar el estadio y conciertos de grupos artísticos. El fanatismo religioso de la Conferencia Episcopal quiere continuar con sus actividades adoctrinadoras a pesar de los riesgos y de la orden de no hacer eventos masivos.
Entonces, los que están en las altas esferas de lo público y privado, reflejan lo atrevido e ignorante que es una gran parte del pueblo ecuatoriano. Al Ecuador no lo cambian los políticos sino todos, y para ello es necesario una prensa responsable, algo muy difícil dentro de una sociedad desigual e injusta.