EL MACHISMO DISMINUYE, PERO EL PATRIARCADO SE FORTALECE
Por Atawallpa Oviedo Freire
Si han mejorado las condiciones de las mujeres, si tienen más derechos, si acceden a mejores posiciones; por qué han aumentado los feminicidios, las violaciones, los suicidios de mujeres, las mujeres delincuentes, las mujeres racializadas, las mujeres pobres, etc. Creemos que se debe a que se está enfrentando al machismo, más no al patriarcado.
La mayoría de personas, hombres y mujeres, confunden machismo con patriarcado, pero no es lo mismo. El machismo es una parte del patriarcado, y no todo machismo genera patriarcado. El machismo está inserto en hombres y mujeres, el patriarcado transversaliza el género, el sexo, la política, la educación, la familia, la economía, todo.
El machismo es una condición en el que, en una sociedad, tanto hombres y mujeres, consideran que el hombre es mejor que las mujeres, por ejemplo, que los hombres dirigen mejor los negocios o que los hombres son más inteligentes o que los hombres conducen mejor que las mujeres.
El patriarcado es un sistema social, económico, político, cultural, que está configurado en su totalidad y que funciona en base a la creencia de que todo lo masculino de la vida es superior a todo lo femenino. Ese concepto de superioridad de lo masculino que se mantiene hasta la actualidad, surgió hace unos 5000 años en el Medio Oriente y que según la Biblia uno de los más antiguos es el patriarca Abraham. De ahí se extendió hasta Roma quienes perfeccionaron el esclavismo de los primeros patriarcas, los cuales cuando atacaban a otros pueblos tomaban prisioneros, a hombres y mujeres y los transformaron en esclavos. De ahí se han modificando las formas de esclavismo hasta llegar actualmente al esclavismo del capital, la forma más sutil en donde se ha llegado a la auto esclavización. Hoy mueren por exceso de trabajo (karoshi) millones de personas en el mundo. Una pesadilla bautizada por los japoneses con el nombre de ‘karoshi’. ka: exceso, ro: trabajo, shi: muerte. Estamos hablando de derrames cerebrales, ataques cardíacos, enfermedades mentales y de cientos de muertes al año, muchas de ellas por suicidio.
El ejemplo más claro para entender el patriarcado es la religión, donde hay una institución llamada iglesia, en la cual solo los hombres pueden ser sacerdotes y en el que la divinidad es un hombre o un ser masculino. Incluso, es antropocentrista y racista, porque ese personaje es un ser humano y es blanco y viejo. Y al igual que la iglesia, todas las instituciones de ese sistema funcionan de la misma manera: el ejército, la policía, la educación, los deportes, la justicia, etc. Todo es un conjunto que viabiliza el mismo sistema.
Desde hace unos 100 años hay un cambio en la situación de las mujeres. Ahora, en ciertas iglesias cristianas las mujeres pueden ser sacerdotes, ya hay mujeres militares y policías, cada vez hay más mujeres profesionales, numerosas mujeres practican deportes que antes solo eran de hombres, etc. Todo esto va disminuyendo el machismo, pero paradójicamente va fortaleciendo el patriarcado. Todas esas mujeres, van consolidando las instituciones que fueron creadas por el patriarcado para oponerse a lo femenino. Antes, los sacerdotes, los templos, las divinidades, en el mundo entero eran indistintamente masculinas y femeninas, y no necesariamente antropomórficas.
Imaginemos que la iglesia católica acepta que las mujeres puedan ser papisas y que dios es también una mujer y que es negra. Que habrá cambiado? Tan solo un cambio formal, pues la estructura institucional es la misma. Unas pocas mujeres privilegiadas en sitios altos, como actualmente unos pocos hombres en esas posiciones. Ahora, hay diferencias elitistas entre los hombres, mañana será entre las mujeres. Por lo tanto, seguimos en lo mismo.
El problema no es que se incluyan diosas y sacerdotas, sino que la iglesia es un ente que dogmatiza, culpabiliza, fanatiza, y que además es conservadora, anti laica, y que se opone al feminismo y una serie de derechos de las mujeres. Habiendo convencido a muchas mujeres de no ser feministas, pero ante todo de ponerse en contra de más derechos. Así históricamente, sí fuera por la iglesia hasta ahora estaríamos en la edad media, las mujeres sin ningún derecho.
Por ello, la “igualdad de género” es una trampa del patriarcado, pues lo que hace es incorporar a ciertas mujeres a posiciones de mando y de poder. Antes, no habían mujeres militares y policías que controlasen a las mujeres, ahora el patriarcado tiene a mujeres que se encargan de ello, con lo cual se facilita el proceso de sometimiento institucional y sistémico a través de esas mujeres.
Otra trampa del patriarcado es la “paridad electoral”, que cree que el problema es la igual cantidad de géneros en la dirección de instituciones públicas. Con ello, se evita ir al problema de fondo que no es el sexo de las personas, sino la conciencia socio política y cultural de ellas.
Imaginemos que se decreta que haya desde ahora 75% de mujeres más que de hombres. Lo único que va a pasar es que los partidos políticos, la democracia, el sistema judicial, lo económico, ahora tenga más mujeres que hombres, quienes en su gran mayoría son corruptos, oportunistas, dictatoriales, y todas las deficiencias de esta sociedad. La insuficiencia de este sistema no es porque quienes la dirigen mayoritariamente son varones, sino por causas económicas, epistémicas y ontológicas, es decir, sistémicas.
Esto quiere decir, que el asunto está en el sistema de partidos, en la democracia, en el tipo de justicia, en las polaridades económicas; en donde está la causa y la condición que genera una sociedad desigual, pobre, violenta, injusta, destructora de la naturaleza. Por ende, no hay que feminizar las instituciones patriarcales sino sobrepasar el patriarcado en su conjunto. Ahora hay una serie de hombres frustrados, decepcionados, amargados, empobrecidos, que ha generado el patriarcado; los que en su desesperación, ansiedad se desquitan con sus hijos y mujeres, o descargan todo su malestar en sus prójimos al ver que otros hombres tienen posibilidades y ellos no las tienen. Por ello, también han aumentado los índices de asesinatos entre hombres, de delincuencia, de suicidios de hombres, etc.
El patriarcado lo deforma todo, y ya ha penetrado en el feminismo para desarmarlo, tal como lo hizo con el ecologismo. Cuando surgió esta corriente que enfrentaba el cambio climático y todo lo que genera el patriarcado económico, la derecha y la izquierda lo criticaron en una primera instancia. Incluso, hasta ahora hay quienes niegan el cambio climático, pero luego lo recogieron y le resignificaron, así, la izquierda creó el desarrollo sustentable y la derecha el capitalismo verde. Y con ello, quedó asimilada, desmovilizada y controlada esta corriente. Ahora ya no es un peligro para el sistema, simplemente hay que crear un patriarcado verde y sostenible, y todo queda naturalizado y legalizado.
Y eso está sucediendo con el feminismo, ya prácticamente está absorbido por el patriarcado. Se conseguirán y se aceptarán finalmente más derechos de género para las mujeres, pero esas mujeres privilegiadas ya no cuestionaran a las instituciones creadas por el patriarcado, pues se benefician de ellas y hasta las defenderán pues son su fuente de trabajo y de ingresos. Las mujeres ricas, empresarias, gerentes, directivas, políticas, blancas, heterosexuales, ahora cuestionan y critican a las otras que no están en esa situación, y las acusan de feminazis, de que no las representan, de que ellas lo han conseguido por sí mismas, de que ningún hombre se ha opuesto a ellas.
En un primer tiempo una buena cantidad de mujeres eran aliadas de la causa feminista, pero hoy están enfrentadas. Como igual sucede actualmente entre los ecologistas de un lado y otro, entre los lgtbis de derecha e izquierda, etc. Como dice el refrán popular: nadie sabe para quien trabaja. Y eso mismo pasaría con los animalistas, especistas, indigenistas, espirituales, etc.
Por qué sucede esto. Porque se hacen luchas seccionales o particulares, creyendo que el problema es principalmente: ecológico, o feminista, o animalista, o culturalista, o etnicista, etc. A su vez, la izquierda se centra en lo económico, en la cuestión de clase, y toma lo demás como secundario o complementario. Cuando todo es uno solo, evidentemente que lo económico marca, pero, si no hay una acción transversal e interseccional el patriarcado seguirá mas vigente y se reciclará de mejor manera. Hasta ahora, no se toma conciencia del aforismo romano: divide y reinarás.
Hoy algunos detractores de la marcha alababan a las mujeres policías que resguardaban el palacio nacional y atacaban a las demás diciendo que «las mujeres se atacan entre sí» «quieren respeto y atacan a las policías» «esas mujeres que se quedan haciendo su trabajo son las que mueven a México»… y de verdad es que yo no entendía, me frustraba, como alguien que nació/se identifica como mujer podría quedarse inerte frente a lo que se está viviendo, que si acaso alguna vez existió una oportunidad para apoyarnos era este, que el momento para declarar tus prioridades y valores era hoy.
No entendía como esas policías, al encontrarse frente a frente con sus hermanas, fueron capaces de permanecer del lado «enemigo», al ver toda esa demostración conmovedora de la fuerza y unión femenina era para que hubieran dado media vuelta y se hubieran unido a nosotras, pero no, eligieron «su trabajo, seguridad, economía» antes que su propio valor moral, defender una causa justa, ser más allá que un uniforme y ser mujeres. En lugar de ayudar a abrir las puertas de ese lugar prefirieron convertirse en una piedra más de represión.
Gracias a este artículo ya me ha quedado más claro que sí, ellas representan a esas mujeres que ya fueron «absorbidas» por el patriarcado, y eso es muy triste.
Aún así la esperanza continúa pues aunque he escuchado comentarios tibios de mujeres que tuvieron que esperar el permiso de su patrón para faltar el 9M a sus trabajos, provenían de mujeres algo grandes de edad, el fuego arde en llamaradas dentro de la juventud y eso se vivió hoy con la voz fuerte y sin titubeos de las consignas en la marcha. Y así sea en muchos años, tal vez el coronavirus acabe con la humanidad antes, pero el cambio ya viene y no se va a detener.