LA ÚLTIMA EX RUP-TURRISTA DE LA 35
Por Diego Velasco Andrade
Me contaba hace unos años, una conocida política de izquierda, -ella morenita, de cabellos ensortijados y ojazos negros-, que en alguna mesa de debate la poco agraciada para la farándula politiquera: María Jaula Romo, le había cuchicheado al oído que la admiraba por inteligente y valiente, pero que le advertía que nunca ganaría una elección popular por el color de su piel, ojos y cabello, puesto que el votante ecuatoriano promedio es racista y siempre prefiere a blanquitas y pelito teñidas de castaño como ella. Que por eso, en su último afiche para lanzarse a la Asamblea había pensado en aclararse un poquito más su inefable look “blanco mestizoide”…
Otra anécdota, esta vez de un ferviente conservador y derechoso, aspirante a ser aceptado por la secta vaticana del Opus Dei de un Quito que se apunta a fashion, él me decía que la María Paulita era tan brillante e inteligente que apuntaba sin ninguna duda a ser la primera presidenta mujer en la historia de estas patronales tierras patriarcales. Que además, en las oraciones y rogativas que hacían en su círculo piadoso la estaban considerando para su lanzamiento al estrellato electoral en muy pocos años.
Todo para empezar a retratar en lo superficial a este personaje funesto e hipócrita de la política ecuatoriana reciente. Con su proyecto rupturista de los 25, que pronto más bien se convirtió en oportunista de la 35 Alianza País verde flex. Toda ella hecha la muy muy y autoritaria, con sus poses y petulancias iniciales en extremo feministas, pero amparándose en sus compañeros más taurinos y machistas como las de Granda: a la postre su romántico Romeo anticorrupción y el taurópata Roldán: hoy “un mataor” sanguinario tras el sillón de ruedas.
También una pajarita me contó que el grupo veinte y cinco añoso, se la pasaba denigrando y acosando a sus posibles competidoras mujeres a las que trataba como mayordoma, patrona de hacienda y caporal, siempre imponiendo su sagacidad para el poder y su genial punto de vista, con la medio odiosa voz ronquilla y las ínfulas de locutora de Tele-matronas, que la caracterizan.
Más ¿cómo apareció en la palestra pública esta mujer feminista patriarcal, maquillada, como “cruela” de varios villanos y rufianes públicos; “peliteñida” de farsas y apta para disputar el rol de Maléfica a Angelina Jolié como ella sola? En primera instancia, cuando el brabucón wasón de Illinois dejó de requerir de sus servicios, recomendados desde la USAID seguramente, desmontó su perfil junto con sus compinches veteranos de la aventura 25, para reaparecer años más tarde como si nada hubiese pasado, luego del gran fraude electorero que posicionó al delfín incapaz de Correa, como nuevo presidente de la República Minera del Ecuador.
Previamente, pululó por entre las asociaciones de juristas, altos colegiados y cortes de derechos humanos, fungiendo de asesora, mandamás y hasta especialista en constitucionalismo, democracia y gobernabilidad; académica investigadora, in-docente a tiempo completo y 100 hierbas más. Luego arribó en helicóptero policial con los sobrevivientes rupturistas de su confianza, -en especial con su Romeo a Granda-do- a las altas esferas del nuevo gobierno y en este caso, se inauguró como Ministra de Relaciones Interiores, policía, ejército, anti-guerrilla urbana, anti-motines defensa de lo indefendible y hasta de populistas gobiernos sin ningún gobernante…
Experta en seguridad y otras armas no leales, admirada por los filo nazis e hispanistas de último cuño en nuestra república huérfana de madre patria; llegó a ser condecorada con la Orden de la Calavera del Águila Calva, para orgullo solo de sus parientes provincianos olvidados en las campiñas pastusas y también lojanas, que un día le erigirán una estatua. Y fue considerada la más útil y patriótica colaboradora del imperio, ahora más Trumpudo y robo-crático que nunca, por su arduo desempeño para apagar sublevaciones anti-norteamericanas en las tropicales minas de oro y plata allende de ultramar.
Durante las brisas de cambio, que los servicios de inteligencia asesoraron en América como de origen “boludariano”, su feliz desempeño como impávida al dolor de sus semejantes, de hombres y mujeres humildes a las que enfrentó, tanto con gases caducados como con gran heroísmo y valor desde su bunker subterráneo, fue terriblemente eficaz al poder, aleccionador para los revoltosos e impecable como advertencia cruel. Resaltamos su desfachatez para argumentar ante una Asamblea admirada, la injusta represión como mantenimiento de la paz y el orden para la “alta suciedad” a la que sirve, lo que podría considerar su candidatura algún nobel provinciano León Febres Cordero y, a no dudarlo, para algunos de sus fans derechosos, sirvió para aupar sus poses y ambiciones electorales para el 2021.
Será por alguna razón que allí la mantienen todavía sin ponerla en perfil bajo y a buen recaudo; sin ajusticiarla por las 11 muertes y decenas de heridos que carga en su conciencia del ya desvelado y sin maquillaje “erupto de los 25”. Antes de octubre 2019, había intentando mil veces que Jimmy Nebot la pusiera de tándem para ser su posible vice presi diaria, lo cual repelió con celo su rubia rival la “barbie” del Mall-ecón Cinta Celeste; mas, luego de los ex abruptos proferidos por ese par de desmemoriados sobre el origen del Río Guayas desde los páramos del Chimborazo, fue a refugiarse junto con su lelo presidente, en las faldas inmensas del monte de piedad del FMI.
A ver qué nuevas estrategias le aconsejan a la ex femenina María Jaula Romo, todo en su afán de ser la nueva vice presi-diaria de la justicia de los pueblos y nacionalidades del Ecuador, siempre a la sombra de algún otro “gran hombre”; seguramente a la sombra de algún inútil, corrupto, feo y fachoso manda-tario, desubicado de libreto cuando no cuenta con “tele pronter”. Siempre acechando a la sombra de algún triste macho Camacho, como lo hace tan bien y tan maravillosamente hasta hoy.