1995 – 2020: A 25 AÑOS DE UNA MATANZA ENTRE HERMANOS POR CAUSAS MUY AJENAS A LA PACHA MADRE
Por Diego Velasco Andrade
Entre fanfarrias y platillos, cánticos y odas de guerra, timbales y trompetas victoriosas; los generalotes chatarreros de siempre, aquellos legendarios legionarios blancos e inma-culados, serviles lacayos de las empresas transnacionales; viles aprovechadores de la tragedia y sacrificio de sus populares huestes, acaban de “celebrar”, -sin que los diarios y militares peruanos lo sepan-, la gloriosa victoria del Cenepa; recordando al unísono el grito de guerra:
NI UN PATO MÁS QUE SE NOS QUEDE ATRÁS.
Es nuestra obligación aclarar a las nuevas generaciones de centenials y milenials incautos que por si acaso los hayan escuchado o los tomasen en cuenta en sus medios de comunicación, que toda su parafernalia es pura mentira, falsía y barata publicidad. Que ninguna victoria heroica se produjo, ni que recuperamos un solo centímetro al cuadrado de lo defendido con sangre. Que como siempre Estados Unidos y esta vez Canadá y un gran lobby transnacional minero, se llevaron las medallas de oro, plata y biodiversidad, a costa del heroísmo y valentía de los pueblos, enfrentados por atravesar alambradas en líneas imaginarias.
Hasta cuándo podrán seguir aprovechando de la ingenuidad y lejanía del frente oriental, a estos generalotes de la política corrupta, de la pureza blanca y legionaria o, el mismísimo ministerio del fascismo al servicio de la banca monetaria internacional; aprovechando de centenares de soldados schwar y aschwar, de afros, montubios y cholos inválidos por las minas, cercenados por la metralla o despedazados en combate; todos hermanos en sangre y pobreza, hoy entrampados en los intereses protervos de sus impávidas y blanquizcas élites, tanto del actual Ecuador como del Perú.
No crean chicos, en los heroicos generales jubilados con motes de “pacos” y apellidos de “moncaibas”, entrenados como estrategas de escritorio y boinas “mossads” sionistas; denunciados mil veces por haber traído desde la horrorosa guerra de los Balcanes, vía Argentina y con la complicidad del inefable Menem, la chatarra asesina que circulaba por el mundo, para alimentar a las gordas familias infladas por la sangre de las guerras fabricadas en nombre de antiguos dioses, héroes republicanos, perfectos sistemas de “suciedad” o inestables fronteras de lo imaginario.
Nunca crean en los gallardos generales, depositarios de dinero al chulco, en las arcas judiciales de notarios cabreras, para engordar sin guerrear y con altos intereses, sus pensiones jubilares de héroes de una patria desfalcada y fachosa, de patricios patrioteros locales; patrones patronales y patriarcales serviles de toda secta piadosa y otras layas.
Menos aún crean en los tarros, bacinillas y jarrines de agua enturbiada con la sangre fresca de jóvenes, hombres y mujeres, asesinados durante las gloriosas jornadas de octubre 2019; no crean en sus armas letales al servicio de los altos intereses empresariales; en sus sobrados méritos, maestrías, doctorados y condecoraciones como torturadores deformados en las escuelas de alguna: “América dada al diablo”…
Crean en todo caso, en las indianas aventuras del simpático y corrupto chinito peruano Fuji Mori y de su narco asesor Monte Asesinos, hoy “privados de libertad” y delincuentes internos, – gastos pagados en alguna prisión de lujo limeña-, quienes consiguieron distraer la atención pública de su corruptela interna; de sus matanzas de periodistas, luchadores sociales y campesinos y que sobretodo consiguieron ralentizar su oprobiosa caída al abismo de fin de siglo. Pero crean también y de seguro, que estos pillastres pudieron hollar de cualquier modo, alguna de las entradas secretas a las cuevas de Los Tayos, con la misma maestría que ya lo habían hecho en el legendario Paititi…
Y crean también jóvenes centenials, que la paz inmarcesible lograda años después, con el pago de senadores y diputados peruanos y ecuatorianos, por parte del simpático chinito Fuji Filmori y el tan recordado presidente libanés inventado “harvardiano”: De a mil Majada-d, tuvo como propósito geopolítico llevar al glorioso ejército ecuatoriano a cuidar las fronteras con Colombia del peligroso “avance comunista” en la amazonia petrolera, hidrológica y minera, e impulsar el denominado Plan Locombia, cuyas sangrientas secuelas no han cesado aún de explotar y quizás muy pronto otra vez explotarán.
CONTINUARÁ