
Alberto Dahik el contradictor de Einstein
Por Atawallpa Oviedo Freire
Alberto Dahik, no porque haya sido amnistiado gracias a la venia de su amigo Rafael Correa, ha dejado de ser un delincuente, puesto que hay una sentencia en firme. La amnistía es solo un perdón a la pena que debía cumplir, ya que no se le ha declarado inocente por el robo millonario de los gastos reservados.
Hay delincuentes que se rehabilitan pero hay otros que empeoran, y éste es el caso de Dahik. Regresó al país con la misma desfachatez que le ha caracterizado siempre, y aunque lo sensato era que se quede callado, por lo menos debía ser prudente en sus intervenciones, pero ha seguido con su boca y mano suelta diciendo y haciendo cualquier cosa. Incluso, y demostrando la calidad de persona que es, se ha enfrentado con quien hizo posible su regreso. Evidentemente, que no estamos haciendo una defensa de Correa, sino de la incongruencia (por decir lo menos) de alguien que no sabe lo que es la decencia. Es alguien a quien se le puede salvar de caer a un precipicio y en un descuido puede botarle a su salvador al mismo precipicio en el cual ya debía estar muerto. Por lo que, se puede esperar cualquier cosa de “cenicero” Dahik.

Su última fechoría es haberse inventado una frase y ponerla en autoría de Einstein, aprovechándose oportunistamente de alguien que es muy respetado y valorado. Pero le ha salido el tiro por la culata, pues seguramente creía que nadie sabía quién era Einstein en su ámbito político, y que por ende, se podían comer fácilmente su cuento. Lo más probable, es que ni él mismo sabía que Einstein defendía el socialismo. A despecho de él y de los casi 2000 “ingenuos” likes que ha recibido en twiter, Einstein era un gran crítico del capitalismo. Tal como lo escribió en un artículo titulado “¿Por qué socialismo?”, publicado en la revista Monthly, de Nueva York, en mayo de 1949.

Ahí, contrariamente a lo que señala Dahik, dice: “El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática.”
Y en otro acápite señala:
“Los propietarios de los medios de producción están en posición de comprar la fuerza de trabajo del trabajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es “libre”, lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el número de trabajadores compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto.”

Solo con estas dos frases se demuestra que Dahik es perverso, y los descendientes de Einstein podrían seguirle otro juicio por difamación. Se nota claramente que la frase de Dahik es un burdo invento de él: “EINSTEIN: «Intentar redistribuir la riqueza eliminando las fortunas es tan absurdo como eliminar a los genios para que el pueblo sea más inteligente» Qué progreso! Hay ecuatorianos contradictores de Einstein.” Es tan burda la frase, que seguramente él se debe creer que es un genio y que si lo eliminan a él el pueblo ecuatoriano no va a dejar de ser “tarado” (Luis Vivanco) o “masa” (Janeth Hinostroza), como dicen sus compinches periodistas “inteligentes”. Como vemos, el único contradictor de Einstein se llama Alberto Dahik.
Pero, asimismo, es falsa y ante todo mal intencionada la frase de Dahik: “CONAIE: Hay que poner impuestos a los ricos y dárselo a los pobres.” La CONAIE lo que ha hecho es criticar la propuesta del neoliberalismo (en todo el mundo) de pretender bajar los impuestos a los ricos, para que supuestamente con ello tengan más recursos para generar más empleo. Lo cual se ha demostrado que no ha sucedido en ninguna parte, más por el contrario ha habido mayor concentración del capital y aumento del desempleo y el subempleo. El capitalismo es un sistema que está diseñado para que unos pocos alcancen la cima piramidal, y la mayoría estén en la base de la cúspide a su servicio. Einstein no conoció el neoliberalismo, sino se hubiera espantado más, en tanto, con Dahik y demás promulgadores del neoliberalismo, se ha acelerado todavía más el proceso de acumulación del capital en el 1% de la población mundial (Credit Suisse, OXFAM).

Y aumentar el impuesto a los ricos no es malo, el mismo Bill Gates dice que hay que subir los impuestos, para que las desigualdades no se amplifiquen y así no surjan más desempleados y delincuentes. Si bien esa no es una solución estructural, da muestra de que hay ricos que son conscientes que su riqueza se ve en peligro si hay más bocas hambrientas. Las economías nórdicas que son las mas estables tienen una gran presencia estatal, y están dirigidas o gobernadas por miembros de los partidos de izquierda.
El neoliberalismo ha generado mayores distorsiones en la economía a través de la monopolización, en la que unos pocos son los privilegiados y la mayoría están en desventaja, quienes no pueden competir con los grandes capitales. Por ello la movilidad social en el mundo es de apenas el 10% (incluido los EEUU), esto quiere decir, que apenas ese porcentaje de la población puede subir al peldaño superior en el que se encuentra. Un millonario que nace en esa condición puede morir millonario sin hacer nada con su capital, y un pobre que nace pobre así trabaje duro tiene un 90% de probabilidades de morir pobre. (Joseph Stiglitz, premio nobel de economía).
Einstein lo tenía muy claro, por eso decía en el mismo articulo en referencia: “La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal […].” Y no solo eso, sino que él muy bien se daba cuenta que el problema era por el tipo de democracia que hay, en donde los grupos privilegiados ponen a sus amanuenses en las asambleas para que hagan las leyes a su medida. Y eso, es lo que hacía Dahik cuando fue diputado y vicepresidente, servir a los intereses de las grandes transnacionales, ni siquiera para sí mismo, porque no tenía ningún gran capital. Y esa es la paradoja de muchos, como el actual Ministro de Finanzas Richard Martínez, quién no es rico y tampoco ha hecho ningún emprendimiento en su vida, pero es sirviente de los poderosos que le pagan tan solo un buen sueldo, pero que eso no le alcanza para igualarse a ellos.
Por eso, Einsten decía: “Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados […]. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población.”

Increíblemente, este delincuente económico e intelectual de Dahik es el director del ESAI de la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil. Algo, que no sorprende. Un envenenado que mal forma a sus estudiantes, quienes reproducen mecánicamente lo que él dice y luego salen a repetir como loras, de que los “indios son vagos y quieren tener todo sin hacer nada”. Einstein también lo entendía así, y decía: “Nuestro sistema educativo entero sufre de este mal. Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera futura.”
La UEES es otra universidad de garaje, pero de alcurnia, en donde se forman para ser sirvientes de la cúspide. Pudiendo llegar a ser gerentes, pero jamás propietarios al nivel de a quienes sirven. Y luego serán políticos para seguir manipulando la información, para que hayan pobres defendiendo y vanagloriando a los ricos, vistos como los salvadores de su penurias. El mayor triunfo del capitalismo, es haber logrado de que hayan pobres que defiendan el neoliberalismo.

Sin embargo, con todo lo sucedido en las experiencias socialistas en el mundo, si Einstein todavía viviera sería crítico del socialismo. Y seguramente, también estaría abogando por otro sistema, más allá del socialismo y ante todo del capitalismo.